El izquierdista Petro necesitará al centro político para gobernar Colombia

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Gustavo Petro celebra junto a  la vicepresidencia electa, Francia Márquez, el triunfo en las presidenciales de Colombia.tras obtener 11.270.944 votos, equivalentes al 50,49 %,  hoy en el Movistar Arena en Bogotá (Colombia). E
Gustavo Petro celebra junto a la vicepresidencia electa, Francia Márquez, el triunfo en las presidenciales de Colombia.tras obtener 11.270.944 votos, equivalentes al 50,49 %, hoy en el Movistar Arena en Bogotá (Colombia). E Mauricio Dueñas Castaneda | Efe

Su victoria supone un nuevo avance de los progresistas en Sudamérica

21 jun 2022 . Actualizado a las 09:14 h.

La izquierda colombiana hizo el domingo historia. Gustavo Petro ganó las elecciones, superando por unos 700.000 votos a su rival, el populista Rodolfo Hernández, y se convertirá en agosto en el primer presidente progresista del país, un mandato que mantendrá hasta el 2026 y que estará repleto de retos. «Este no es un cambio para vengarnos, para construir más odios o profundizar el sectarismo. Nuestros padres, nuestros abuelos, nos enseñaron qué significa el sectarismo en la historia de Colombia. El cambio conduce precisamente a dejar el odio y el sectarismo atrás», señaló el presidente electo. «No es matarnos los unos a los otros, es amarnos los unos a los otros», añadió ante un país polarizado.

Petro (62 años), exguerrillero del M-19, economista, exsenador y exalcalde de Bogotá, es el presidente más votado de la historia de Colombia, con 11,2 millones de sufragios, pero su rival, Hernández, obtuvo 10,5 millones de votos, lo que supone el segundo mayor apoyo histórico. Pero también son datos que reflejan un país partido en dos que tiene pendiente la reconciliación, algo que Petro puso de manifiesto durante su discurso en la noche electoral.

La división está patente también en el Congreso. La primera tarea del presidente electo debe ser garantizar la gobernabilidad en el Legislativo, algo que será una tarea titánica. La suma de su partido, el Pacto Histórico, y los apoyos seguros de otras formaciones, reúne a entre el 30 % y el 35 % de los senadores y representantes, algo insuficiente para sacar adelante las reformas más críticas de su programa, como la reforma fiscal que planea para subir los impuestos a las 4.000 personas más ricas del país.

Llave del Gobierno

El tradicional Partido Liberal podría ser la llave de gobierno. Con esa formación histórica sí sumaría, pero tendrá que luchar su apoyo, probablemente mediante concesiones, debido a que apoyaron en primera vuelta al candidato del establishment, Fico Gutiérrez. En cualquier caso, desde la formación liberal aseguraron que estarán muy atentos al comportamiento de Petro durante los primeros días en el poder para tomar una decisión. 

La primera reclamación al presidente electo es que nombre pronto a su consejo de ministros, en especial al titular de Finanzas, con el objetivo de que el peso no se desplome con respecto al dólar en los próximos días, como ocurrió en Chile tras la victoria del izquierdista Gabriel Boric. Para ese puesto suenan políticos moderados o incluso relacionados con el centroderecha.

El líder progresista heredará uno de los países más desiguales del mundo, con zonas en conflicto por el narcotráfico y donde la pobreza afecta al 39 % de la población. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sorprendió este lunes al anunciar su disposición a «avanzar» en un proceso de paz, siempre que el primer presidente de izquierdas del país no caiga en «más de lo mismo».

Sudamérca se tiñe de rojo

La victoria de Petro supone teñir por primera vez a Colombia de rojo en el mapa político latinoamericano, un punto de ruptura que altera los equilibrios de fuerza en la región. «¡Alegría para América Latina! Trabajaremos juntos por la unidad de nuestro continente, en los desafíos de un mundo que cambia velozmente», expresó Boric, al felicitar al líder colombiano.

Petro continúa la tendencia de victorias para políticos de izquierda en la región. Los próximos comicios presidenciales tendrán lugar en Brasil. Allí el líder progresista Lula da Silva domina con solvencia las encuestas sobre el actual mandatario, Jair Bolsonaro. Si los sondeos aciertan, en el 2023 solo Ecuador, Uruguay y Paraguay tendrían Gobiernos de centro o derecha en Sudamérica.