Sanidad descarta que sea cólera el contagio de una joven que bebió agua contaminada en Toledo

redacción LA VOZ

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La menor fue infectada por la bacteria que origina la infección, pero sin su agente toxigénico, por lo que el diagnóstico final ha sido el de una gastroenteritis por vibrio

22 jun 2022 . Actualizado a las 19:37 h.

La infección fue causada por la bacteria Vibrio Cholerae, el patógeno que causa el cólera, pero no portaba el agente toxigénico que desencadena la enfermedad. Técnica y oficialmente el diagnóstico es de gastroenteritis por vibrio, pero en ningún caso se trata del primer caso de cólera autóctona surgido en España desde hace 43 años. Esta es la explicación ofrecida ayer por el Ministerio después de que la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Elena Andradas, anunciase el contagio de una joven madrileña de 17 años después de beber agua contaminada en un pozo de una finca de Toledo.

La menor estaba contagiada, pero no con la variante que provoca fuertes diarreas acuosas y que es endémica en distintos países de África y Asia, donde cada año causa entre 24.000 y 143.000 muertes. Estaba infectada por una Vibrio cholerae no toxigénico. O, dicho de otra forma, su cuadro se corresponde con el de una gastroenteritis por vibrio.

«Dentro del Vibrio cholerae hay muchas clases de vibrios. Los no coléricos causan otro tipo de enfermedades que pueden ir desde diarreas leves a otras complicaciones más graves. Si tenemos en cuenta el Vibrio cholerae, hay dos grupos, el 01 y el 0139, que son los realmente problemáticos y virulentos. Producen unas toxinas que son las que provocan daños en la mucosa del intestino delgado y este tipo de diarrea», explica el microbiólogo Raúl Rivas.

Así las cosas, el último caso de cólera autóctono registrado en España sigue siendo el registrado en Málaga en 1979, que afectó a 264 personas.

La persona contagiada es una menor de la Comunidad de Madrid, una chica de 17 años, que había bebido agua de un pozo situado en una finca de la provincia de Toledo donde había acudido a una fiesta. Días después ingresó en un hospital de Madrid tras regresar a su casa porque presentaba un cuadro de vómitos y diarreas. Fue en este centro donde le diagnosticaron la enfermedad y la menor relató que días atrás había bebido agua en la fuente de una parcela toledana. La paciente ha recibido ya el alta hospitalaria después de haber estado varios días ingresada.

Registro de pozos

Ahora la Junta de Castilla-La Mancha está registrando los demás pozos de la finca para analizar su agua y determinar si podrían estar conectados entre sí. La finca ha sido precintada por el Gobierno autonómico, que ha activado la alerta sanitaria.

«No se trata de un caso grave, a pesar de lo cual se ha procedido al cierre de la finca hasta asegurar que no existen más riesgos para la población», según explicaron fuentes sanitarias.

Un sistema adecuado de depuración y saneamiento de agua es lo que evita que surjan focos de cólera o, en su defecto, de gastroenteritis por vibrio, de ahí que en los países desarrollados apenas ocurran contagios autóctonos.

Según un informe del Instituto de Salud Carlos III, los casos de cólera registrados en España en los últimos años son importados de otros países. En el 2017, Navarra declaró el contagio de una persona procedente de la India y Cantabria en el 2018.

El cólera es una enfermedad infecciosa intestinal aguda, diarreica, causada por la bacteria vibrio cholerae, según recuerdan desde el Instituto Carlos III. La infección generalmente es benigna o asintomática, aunque aproximadamente el 5 % de las personas infectadas pueden padecer enfermedad grave.

Se caracteriza por un comienzo brusco, con diarrea acuosa profusa, vómitos y entumecimiento de las piernas. La pérdida rápida de líquidos corporales lleva a la deshidratación, colapso circulatorio y shock. Entre el 25%-50% de los casos típicos de cólera son mortales en ausencia de tratamiento.

La transmisión ocurre fundamentalmente por ingestión de agua o alimentos contaminados con la bacteria. Los casos de cólera son de declaración obligatoria en España.

 El período de incubación puede variar desde pocas horas a 5 días, aunque lo regular es de 2 a 3 días. La mortalidad no es habitual pero es mayor en personas con inmunodeficiencia, desnutridas e infectadas por VIH. Además, las personas con grupo sanguíneo O son más vulnerables a sufrir cólera grave.