Juanma Moreno pasa de la lista negra de Casado a ser el califa de Feijoo

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Juanma Moreno Bonilla celebra su victoria en las elecciones andaluzas. Andalucía es la nueva reina del PP
Juanma Moreno Bonilla celebra su victoria en las elecciones andaluzas. Andalucía es la nueva reina del PP MARCELO DEL POZO | REUTERS

El presidente andaluz gana galones tras su histórica mayoría absoluta

26 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocos políticos habrán rentabilizado tan bien los últimos cuatro años como Juanma Moreno. El presidente andaluz obtuvo una histórica victoria en las autonómicas del pasado domingo, una aplastante mayoría absoluta que tiene el mérito de haber sido labrada en el granero socialista, lo que lo convierte en el barón más fuerte del PP. El califa, según Feijoo. Sin embargo, en noviembre del 2018 estaba con un pie en la calle. La anterior dirección del partido lo tuvo que asumir como candidato a la Junta por falta de tiempo para moverle la silla. Nunca fue la opción de Casado. Pero en aquellos comicios las tres formaciones de derechas sumaron más que las dos de izquierdas, posibilitando que Moreno fuera investido presidente. Y una vez que se subió al coche oficial, en el PSOE entendieron que será muy complicado bajarlo. «Si nada se tuerce mucho, tiene gobierno hasta que se aburra», pronosticaban desde Sevilla este domingo tras confirmarse sus 58 escaños.

política y pizzas

Afiliado muy joven. Moreno (Barcelona, 1970) nació en Cataluña casi por accidente, ya que a los tres meses estaba instalado en Málaga junto a sus padres, que decidieron regresar al sur tras haber probado fortuna fuera. El presidente andaluz presenta muchas similitudes con Alberto Núñez Feijoo, pero también una importante diferencia. El gallego es un gestor, un técnico que acabó metido en la primera línea política poco menos que de casualidad, tras haberlo rechazado. Feijoo no se afilió al PP hasta los 42 años, después de haber pasado ya altos cargos en la administración. Sin embargo, Juanma Moreno se sacó su carné popular con solo 19, para cuatro años después convertirse en el presidente provincial de sus juventudes.

Esto le dio entrada en el ayuntamiento cuando la alcaldesa era Celia Villalobos. Muy poco después se hizo con el control de Nuevas Generaciones de toda Andalucía. Por entonces compaginaba la política con diversos trabajos, como de camarero en una pizzería o de vendedor de seguros. Llegó a entrar en la universidad, pero no acabó ni Magisterio ni Psicología, las dos carreras con las que probó fortuna.

Con 27 años da el salto a la política autonómica y a la estatal, al convertirse en diputado autonómico (en la oposición, por supuesto, ya que el PP jamás gobernó Andalucía hasta su llegada), y también en presidente nacional de Nuevas Generaciones, lo que le daba derecho a formar parte de distintos órganos del partido, entrando en contacto con los grandes jefes de la época. Poco después sería diputado nacional. Comentan que Moreno Bonilla, como se le conocía entonces, tal y como se encargaron de recordar sus adversarios en esta campaña, era el último en marcharse del despacho. Tanto en el Congreso como en Génova. Y fue esa capacidad de trabajo la que captó la atención de Sáenz de Santamaría, que influyó sobre Rajoy para que lo bendijese como sucesor de Arenas en el PP andaluz.

Su mujer y su asesora

Proyecto común. Moreno ya estaba casado con Manuela Villena, diez años más joven que él, y a la que conoció a través de las redes de la militancia popular. Esta politóloga granadina también tenía cierta proyección, pero uno de los dos tenía que dar un paso atrás, y convinieron que fuera ella. Villena no solo se ha volcado en la educación de los tres hijos que tienen. Viene jugando un papel fundamental a lo largo de su carrera. De hecho, ambos entienden que la victoria de Juanma es el culmen de un proyecto común. Por encima de Sebas y de Xabi, podría decirse que su principal asesora la tiene en casa.

 Choques con casado

Superviviente. Su carné de sorayo complicó mucho su vida orgánica tras el triunfo de Casado en verano del 2018. La anterior dirección nacional del PP tenía su nombre en la lista negra. Pero el adelanto electoral y la carambola que se dio para que fuera presidente, el primero del PP en Andalucía tras 40 años de monopolio socialista, lo convirtió en intocable. Al menos de puertas hacia fuera, porque para dentro, tanto gente del equipo de Casado como del entorno de Moreno no ocultan los choques que mantuvieron los últimos años, siempre con el poder orgánico como telón de fondo de los roces. De hecho, jugó un papel decisivo en la operación que acabó destronando al palentino de la planta noble de Génova para poner a su amigo Feijoo, con el que no solo coincidía políticamente en todo, sino también en sus cortos veranos en O Morrazo, donde escapa del calor. En esas reuniones, Manuela Villena y Eva Cárdenas también hicieron buenas migas.

La colaboración gallega

Responsabilidad. Feijoo lleva siendo un ejemplo a seguir para Moreno. Especialmente desde que se convirtió en presidente autonómico, olvidándose de cuestiones ideológicas para trabajar en un proyecto basado en la gestión que le permitiera convertirse en Juanma, el presidente no solo de los que le votaron, sino «de todos los andaluces», presume. Solo así se explica el voto que le robó al PSOE en esta contienda. Incluso calculan un trasvase directo del 6% de IU hacia el PP. La colaboración de «los gallegos», como les llaman en Génova, también fue fundamental en esta campaña, aunque siempre quisieron mantenerse al margen, porque precisamente dar todo el protagonismo al candidato era uno de los puntos del plan. También se apreció la sombra de Feijoo en el discurso de victoria. Aludió a la gran responsabilidad que tiene. Un miembro de la dirección lo resume con una cita de Spiderman: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad».

Amigo de Bertín y de José Manuel Soto, pero en su casa escucha «indie»

Algunos pensaron que podría esconderse una pequeña mentirijilla de campaña cuando a Juanma Moreno le preguntaron por sus gustos musicales: «El indie español», dijo. Con una gran predilección hacia Sidonie. La gente desconfió en que estaba intentando conectar con los no ya tan jóvenes en busca de su voto, y alejándose del cliché de que al líder del PP andaluz solo le puede gustar Bertín Osborne, con el que se lleva estupendamente, o José Manuel Soto, del que disfrutó de un concierto en la Maestranza este martes. Pero su respuesta era cierta. A Moreno le gusta la música de influencia anglosajona. Incluso en sus tiempos mozos llegó a ser el vocalista de dos bandas que versionaban a U2 o The Cure.