La oposición a la sombra de Correa busca destituir al presidente de Ecuador

Hector Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Guillermo Lasso
Guillermo Lasso Robert Puglla | EFE

Guillermo Lasso afronta una moción de censura en la Asamblea Nacional después de trece días de masivas protestas en el país

25 jun 2022 . Actualizado a las 20:21 h.

Guillermo Lasso está en la cuerda floja. El presidente de Ecuador afronta una petición de destitución, promovido en la Asamblea Nacional por 47 legisladores opositores, afines al expresidente Rafael Correa (2007-2017), después de trece días de masivas protestas, espoleadas por la población indígena, que reclama medidas contra el alto costo de vida del país. «Esta comprobado que la intención de los violentos es generar un golpe de Estado», señaló este viernes el mandatario.

«La violencia vivida así como sus declaraciones, evidencian que la intención del señor Leónidas Iza, es el derrocamiento del Gobierno», añadió, haciendo referencia al líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que lidera las protestas.

El indigenismo reclama medidas como la bajada de los precios de los combustibles y de los productos del campo, así como mejoras en la salud y la educación. Lasso ha cumplido algunas exigencias, como la condonación de deudas de los campesinos menores a 3.000 dólares, pero asegura no poder reducir el costo del diésel y la gasolina porque supondría un gasto adicional de mil millones de dólares anuales en un país fuertemente endeudado.

Tres fallecidos

Tres personas murieron en la noche del viernes en enfrentamientos con las fuerzas policiales, durante un intento de los manifestantes de romper el perímetro militar que rodea el edificio del congreso. Ya son seis civiles los fallecidos en el contexto de unas protestas que dejan también un centenar de heridos y 180 lesionados entre policías y militares.

La izquierda y el indigenismo arrasaron en las legislativas del 2021. Lasso pasó, por un puñado de votos, a segunda vuelta presidencial, ese mismo año, y logró la jefatura del Estado frente al candidato apoyado por Correa, Andrés Aráuz, precisamente por el profundo anticorreísmo de una mitad de los ecuatorianos, incluida parte de la izquierda.

Ahora esa Asamblea Nacional deberá decidir su destitución en 72 horas. Para acabar con su presidencia se necesitan 92 de los 136 diputados. Lasso solo controla 27. La llave de su supervivencia la tienen el derechista Partido Social Cristiano, que apoyó su presidencia, pero luego se distanció del presidente, y el brazo político del indigenismo, Pachakutik. Ambos partidos se han mostrado reacios a la destitución, argumentando que generaría inestabilidad, pero también responsabilizan a Lasso por la crisis y no es descartable que acaben votando a favor de terminar la etapa en el poder del mandatario centro derechista.