Kiev investiga el ataque ruso al centro comercial como crimen de guerra

Luis Lidón KREMENCHUK / EFE

ACTUALIDAD

Decenas de bomberos y miembros de los equipos de rescate continuaban este martes trabajando en el centro comercial de la ciudad de Kremenchuk
Decenas de bomberos y miembros de los equipos de rescate continuaban este martes trabajando en el centro comercial de la ciudad de Kremenchuk Orlando Barría | Efe

Kremenchuk llora a los 20 muertos mientras buscan a 21 desaparecidos

29 jun 2022 . Actualizado a las 09:58 h.

Mientras los equipos de rescate buscaban a 21 desaparecidos entre los escombros del centro comercial y las alarmas antiaéreas sonaban a cada tanto en Kremenchuk, aparecían ayer nuevos datos sobre el ataque ruso con misiles que mató a al menos 20 personas en ese lugar. «La propagación instantánea del fuego en el centro debido a la onda expansiva hizo que pareciera un tornado de fuego que lo devoraba todo a su paso», explica Olexandr Lysenko, el segundo al mando en la operación de emergencia para controlar la situación. Añade que la potencia del fuego por la detonación de un misil es muy distinta a la de un incendio convencional, con temperaturas tan elevadas que pueden fundirlo todo, incluso el metal.

El ataque en esta ciudad de la región de Poltava ha suscitado la condena unánime de la Unión Europea —que lo tacha de crimen de guerra— y de Estados Unidos. El presidente Volodímir Zelenski pidió Washington que reconozca a Rusia como un Estado que patrocina el terrorismo.  La policía ya ha acudido a los hospitales para tomar declaración a los heridos y solicitarles permiso para utilizar su testimonio en futuras causas internacionales contra Rusia por crímenes de guerra.

El ministro del Interior de Ucrania, Denys Monastyrskiy, acudió al lugar del ataque para mostrar a la prensa que dentro del espacio de compras no había material militar de ningún tipo y acusar a Rusia de romper los principios básicos de la guerra atacando a civiles. Pero incluso ese paseo por un espacio absolutamente calcinado y del que solo quedan en pie las estructuras exteriores, tuvo que ser interrumpido por una sirena antiaérea que anunciaba un posible bombardeo ruso. 

Misiles de crucero X-22

Monastyrskiy, antes de acabar el encuentro con la prensa, mostró el lugar del impacto del misil X-22 en la parte trasera del centro comercial, lo que coincide con los testimonios de dónde se produjo la explosión inicial. El Ministerio de Defensa de Ucrania informó que los dos misiles de crucero utilizados se dispararon desde un bombardero estratégico TU-22 desde la región rusa de Kursk, cerca de la frontera.

El segundo de los proyectiles explotó cerca de una compañía industrial situada en la parte de atrás del centro comercial, aunque separados por unos cien metros y un alto muro. Mykola Danyleiko, uno de los directivos de la empresa, dijo que no había equipos militares de ningún tipo allí. Rusia insiste en su versión de que su ataque no iba dirigido sobre el centro comercial, sino contra un almacén con armas y municiones estadounidenses y europeos, que detonaron y provocaron «un incendio» en ese edificio anexo.

Según fuentes médicas, 25 personas han sido hospitalizadas y, de ellas, cuatro se encuentran en cuidados intensivos. Entre los internados hay personas con amputaciones, fracturas y heridas de metralla. Oleksander, un joven de 19 años que trabajaba en una tienda de accesorios para móviles en el centro comercial relató que salió ileso porque un amigo le llamó justo antes de la explosión y se dirigió a una de las puertas de acceso para hablar.