Italia busca con pocas esperanzas a los 13 desaparecidos en los Alpes

Valentina Saini TRENTO / E. LA VOZ

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ANDREA SOLERO | EFE

El derrumbe del glaciar se ha cobrado la vida de al menos siete personas

05 jul 2022 . Actualizado a las 16:47 h.

La frenética búsqueda de los 13 excursionistas desaparecidos tras el derrumbe de un gigantesco serac, un bloque de hielo en el glaciar de la Marmolada, en los Alpes italianos, continuaba ayer con pocas esperanzas. El desprendimiento ocurrió poco antes de las dos de la tarde del domingo, a más de 3.200 metros de altitud. Hasta este lunes había siete víctimas confirmadas y ocho heridos, pero es casi seguro que el balance será mayor. Según el delegado de Salvamento Alpino de Belluno, una ciudad de montaña a unos 60 kilómetros del lugar de la tragedia, «con este tipo de sucesos», descartan «encontrar a personas con vida».

Es una de las peores catástrofes ocurridas en esta cumbre italiana, muy popular entre excursionistas y amantes de la montaña, especialmente en verano. En el país transalpino no se habla de otra cosa, e incluso los socorristas con años de experiencia están conmocionados. El derrumbe del serac (que cayó a una velocidad de unos 300 kilómetros por hora) causó un desprendimiento de hielo y roca de una violencia incontenible, que arrasó a varios grupos de personas.

Según recogió el diario Corriere della Sera, uno de los miembros del Salvamento Alpino explicó: «A lo largo de más de mil metros encontramos restos destrozados en medio de una marea informe de hielo y escombros». El fiscal de Trento, una ciudad a los pies de los Alpes, a unos 80 kilómetros de la Marmolada, definió lo ocurrido como un «desastre inimaginable, una carnicería».

La búsqueda continúa, pero por la inestabilidad del glaciar y la llegada de una perturbación se están usando helicópteros y drones para localizar los lugares donde es necesario actuar. Luca Zaia, gobernador de uno de los territorios afectados, informó de que la identificación es difícil porque «los cuerpos [de las víctimas] están destrozados», dijo que lo ocurrido «fue una trágica fatalidad» y comparó el serac derrumbado con un «edificio de hielo con escombros y rocas ciclópeas». El lunes, el primer ministro Mario Draghi dejó Roma y viajó a Canazei, el pueblo desde donde se están coordinando las operaciones de rescate, para expresar su solidaridad y ofrecer todo el apoyo del Gobierno.

«Hoy Italia llora a las víctimas y se abraza a ellas con cariño. Pero el Gobierno debe reflexionar y tomar medidas», dijo Draghi, claramente dolido: «Es un drama que tiene cierta imprevisibilidad, pero sin duda depende del deterioro del medio ambiente y de la situación climática».

Casi todos en Italia están dispuestos a reconocer que el colapso del serac es una consecuencia de la crisis climática global. Durante varios días, incluido el domingo, hizo calor como nunca antes en la Marmolada: alrededor de 10 grados en la cumbre, a más de 3.300 metros de altitud. El célebre alpinista italiano Reinhold Messner destacó que ya no queda hielo en la zona de la Marmolada donde se produjo el derrumbe. El alcalde de Trento escribió en Facebook: «¿Debemos resignarnos a seguir llorando? ¿No sería mejor actuar inmediatamente para contrarrestar y mitigar el aumento de las temperaturas?».

El problema no es solo italiano. Debido a las temperaturas anómalas, los glaciares se están derritiendo, y los expertos temen que se produzcan otros episodios como el de la Marmolada, en Italia y en el resto de Europa.