Ajos y melocotones para pagar la entrada de un piso

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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ALY SONG | REUTERS

Algunas promotoras chinas están empezando a aplicar descuentos de hasta 27.000 euros en sus inmuebles a cambio de frutas y verduras

07 jul 2022 . Actualizado a las 11:20 h.

No son buenos tiempos para el mercado inmobiliario chino. Y no lo son desde hace ya unos meses. La crisis del gigante Evergrande daba la voz de alarma a principios de año. Poco a poco se han ido sumando otros nombres a la lista de potenciales quiebras. De hecho, esta misma semana, la inmobiliaria Shimao anunciaba que no había podido hacer frente al pago de un bono que vencía a comienzos del mes de julio y que tampoco había podido cumplir con sus obligaciones financieras con otras deudas adquiridas en el extranjero.

Las cosas se van poniendo cada vez peor para muchas empresas dedicadas a la vivienda. La crisis del ladrillo chino ha obligado a las promotoras a tirar de ingenio y repensar un mercado que está al borde del colapso. Y, ante la imposibilidad de dar salida a la enorme bolsa de pisos vacíos de los que disponen, algunas firmas han decidido incluso aceptar sandías, trigo, ajos y hasta melocotones como pago para la entrada de un inmueble.

Según informa el diario hongkonés South China Morning Post, una constructora situada en Nanjing (la zona este del país) ofrece un descuento de nada más y nada menos que 100.000 yuanes (algo más de 14.000 euros) para aquellos compradores de pisos nuevos que entreguen 5.000 kilos de sandías. Es la fórmula que esta promotora se ha sacado de la manga para frenar el abultado descenso que están experimentando los precios de sus edificios. De hecho, los pisos que la compañía (Nanking Seaxen HJoldings) tiene en el mercado salieron a la venta a un precio de 18.800 yuanes por metro cuadrado (unos 2.694 euros). Traducido, cada uno de los apartamentos podía ser adquirido por una horquilla que va desde los 1,5 a los 2,3 millones de yuanes (entre 215.000 y 330.000 euros). Ahora, ante la caída del valor que han experimentado, los promotores tratan de dar salida como sea a sus construcciones antes de que el valor caiga tanto como para que acaben arrastrándolos a las pérdidas.

Y no es la única. En Wuxi (el este), otra constructora acepta melocotones a cambio de descontar hasta 188.888 yuanes (unos 27.000 euros); y en la provincia central de Henan, otra promotora puso sobre la mesa rebajas de hasta 23.000 euros a cambio de ajos y trigo. No les fue nada mal. Porque consiguieron dar salida a una treintena de pisos. Eso sí, ahora tendrán que pensar qué hacer con los 430.000 kilos de ajos que han acumulado.

Las autoridades también se afanan en buscar solución. Mientras en Occidente los bancos centrales tratan de embridar la inflación subiendo los tipos de interés, en China la política viaja en sentido contrario. El Banco Popular de China (BPC) anunció en mayo una rebaja récord de 15 puntos básicos en el tipo de interés de referencia para los préstamos bancarios a más de cinco años, con el objetivo precisamente de reactivar el mercado inmobiliario.