El apoyo a Boric cae en picado mientras afronta el referendo de la Constitución

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Boric, durante su discurso tras la entrega del texto constitucional que los chilenos votarán el 4 de septiembre
Boric, durante su discurso tras la entrega del texto constitucional que los chilenos votarán el 4 de septiembre Alberto Valdés | EFE

El 60 % de los chilenos suspenden su gestión tras cuatro meses de mandato

17 jul 2022 . Actualizado a las 09:51 h.

El inicio de mandato de Gabriel Boric dista mucho de estar siendo favorable. El presidente chileno, de 36 años, ha sufrido un severo bajón de popularidad durante sus primeros cuatro meses de mandato, en medio de una complicada situación económica y con problemas de control territorial, mientras el referendo del 4 de septiembre sobre la nueva Constitución amenaza con agravar los problemas de su Ejecutivo.

El 60 % de la población rechaza la gestión de Boric, según una encuesta de la firma Pulso Ciudadano, publicada esta semana, después de que el líder progresista se adjudicase una amplia victoria en las elecciones de diciembre.

Pronto aparecieron los primeros problemas. Apenas iniciado el mandato, en marzo, la ministra del Interior, Izkia Siches, fue recibida con disparos al tratar de ingresar a una comunidad indígena mapuche para intentar reunirse con sus líderes, y tuvo que dar media vuelta.

Los mapuche de las regiones sureñas de Araucanía y Biobío reclaman la restitución de las tierras usurpadas por colonos en el siglo XIX. Parte de ellos recurren a ataques incendiarios contra casas, maquinaria y vehículos.

Estado de emergencia

Esas acciones se han intensificado en los últimos meses. Boric llegó al Gobierno asegurando que no declararía el estado de emergencia en las dos regiones, como hizo su antecesor, el conservador Sebastián Piñera, pero finalmente lo hizo, y los militares patrullan las carreteras del sur del país en un conflicto que le resta apoyos tanto de la derecha, que reclama acciones contundentes, como de la izquierda más radical, que pide la retirada de los soldados.

También ha afectado a Boric la situación económica que vive el país. Chile registra un 12,5 % de inflación en los últimos doce meses y una aguda devaluación de la divisa nacional frente al dólar.

El aumento de los precios tiene que ver con la situación internacional, pero incluso el Gobierno ha admitido que existe un fuerte componente interno, debido a las ayudas por la pandemia y las sucesivas aprobaciones, desde el 2020, de retiradas de dinero de los fondos privados de pensiones, que han disparado una ahora sobredimensionada demanda.

Al mismo tiempo, el cobre, que supone fuertes ingresos para las arcas del país, se ha devaluado alrededor de un 30 % desde el inicio de la guerra de Ucrania.

Consciente de la situación, Boric ha aprobado esta semana medidas como la expedición de un bono de invierno de 120 dólares por persona al 60 % de familias más necesitadas del país. «Sabemos que el costo de la vida tiene acogotada a la gente», dijo este viernes el mandatario progresista.

Al mismo tiempo, el Ejecutivo afrontará el 4 de septiembre el decisivo referendo sobre la nueva Carta Magna, llamada a sustituir a la aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

La redacción de la nueva Constitución finalizó, entre críticas, hace unos días. El texto fue redactado por una Convención de mayoría progresista, y la derecha critica que es un documento «partisano», señalando especialmente el punto referido a la plurinacionalidad del Estado, que reconoce cierta autonomía para los pueblos indígenas mapuche.

Ejecutivo condicionado

La opción de rechazo a la Carta Magna está actualmente ganando las encuestas. Boric defendió a ultranza la nueva Constitución antes de llegar al cargo y, aunque ahora, debido a su cargo, no toma partido —las tradiciones republicanas son fuertes en Chile— es consciente de que la suerte de su Gobierno depende de la aprobación del texto, a pesar de que haya intentado por activa y por pasiva desligar el futuro del Ejecutivo del resultado del referendo.

«Este proyecto de Constitución, y el plebiscito, no es ni debe ser un juicio al Gobierno. Es el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas cuatro o cinco décadas», dijo el mandatario izquierdista cuando se presentó el texto.

Boric no descartó este viernes una remodelación de Gobierno, aunque, eso sí, puntualizó que, de darse, tendría lugar después del referendo de septiembre.