La Liga, Forza Italia y el M5E abandonan a Draghi al no votar la moción de confianza

VALENTINA SAINI VENECIA / E. LA VOZ

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GUGLIELMO MANGIAPANE | REUTERS

Los italianos está furiosos ante el riesgo de que haya elecciones anticipadas

20 jul 2022 . Actualizado a las 22:00 h.

Al final, en una tarde confusa y muy calurosa (Italia, como España, lleva días atormentada por temperaturas muy elevadas e incendios), el partido de extrema derecha Liga, de Matteo Salvini, y el partido liberal Forza Italia, de Silvio Berlusconi, abandonaron hoy el hemiciclo del Senado y no participaron en la votación de confianza en el Gobierno. Los senadores del Movimiento 5 Estrellas (M5E), liderados por el ex primer ministro Giuseppe Conte, se quedaron en el aula del Senado, pero no votaron. Mario Draghi obtuvo la confianza del Senado, pero con tan solo 95 votos.

La decisión del M5E era probable, y la de los dos líderes del centroderecha solo fue previsible hasta cierto punto: hoy, para confirmar su confianza en el expresidente del BCE, no solo pidieron un nuevo Gobierno de Draghi sin el M5E, sino que también exigieron la cabeza de la ministra del Interior Luciana Lamorgese y del ministro de Sanidad Roberto Speranza, el blanco de los antivacunas.

Casi seguro, la alianza entre el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y el M5E se ha acabado, de lo que se alegra el ala del PD más cercana al centro. Pero ahora asoma el riesgo de rupturas también dentro de la Liga y Forza Italia. La ministra Mariastella Gelmini, que durante años fue una de las personas más influyentes del partido de Berlusconi, anunció que deja Forza Italia porque considera que «ha dado definitivamente la espalda a los italianos, a las familias, a las empresas, a las clases productivas y a su historia, y ha cedido el cetro a Matteo Salvini».

Es muy probable que la Liga también sufra defecciones. Una fuente del partido dijo a La Voz: «La industria y las empresas italianas querían que Draghi se quedara al mando. En cambio, Salvini ha ido en la dirección contraria, causando un grave daño a las pymes y a las familias de nuestros territorios». Varios analistas han pronosticado que si Salvini sigue sin apoyar a Draghi, muchos barones del norte de Italia podrían marcharse o tratar de desbancarle.

El secretario del PD, Enrico Letta, definió lo ocurrido como «una decisión loca y absurda, un día de locura». El ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, antiguo barón del M5E y ahora líder de un grupo de parlamentarios pro-Draghi, dijo: «La política ha fracasado; ante una emergencia la respuesta fue no saber asumir la responsabilidad de gobernar. Estaba en juego el futuro de los italianos. Los efectos de esta trágica decisión quedarán en la historia». Giorgia Meloni, líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia, en la oposición, expresó satisfacción. Para ella, que lleva tiempo pidiendo elecciones, «si todo sale bien podemos incluso votar en dos meses, estamos preparados».

¿Elecciones?

El resultado de la jornada de hoy es que probablemente los italianos irán a votar entre finales de septiembre y principios de octubre. Pero ni siquiera esto es seguro. Tras obtener la confianza en el Senado, Draghi debería en principio comparecer este jueves en la Cámara de Diputados y obtener la confianza allí también. «No sé cómo acabará todo esto» dijo un diputado de centroizquierda a La Voz, «lo que sí puedo decir es que las formaciones progresistas apoyan a Draghi con convicción, y que Berlusconi y Salvini le han dado una bofetada a Italia».

En las redes, los italianos están furiosos. Algunos llegan a proponer limitar el sufragio universal, invocando la epistocracia (el sistema en el que solo pueden votar los que tienen suficientes conocimientos), otros se limitan a insultar a los políticos que no votaron a Draghi. En cualquier caso, si se celebrasen elecciones en otoño, un hipotético «partido por Draghi» podría llevarse millones de votos.