«No somos una amenaza ni para Italia ni para nuestros aliados», dice Meloni

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

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REMO CASILLI | REUTERS

La líder ultra intenta aprovechar el fracaso de Draghi para afianzarse

24 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis política que desembocó en el fin del Gobierno de Mario Draghi y en la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25 de septiembre fue el resultado de una decisión y de un contexto determinados. La decisión fue la del Movimiento 5 Estrellas (M5E), liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte y que lleva tiempo perdiendo fuelle en las encuestas, de abstenerse en la votación del decreto de ayudas el 14 de julio. El paquete fue aprobado pese a la abstención, pero esto no impidió las tensiones. El M5E acusó al Gobierno de Draghi de descuidar a los ciudadanos con menos ingresos y volvió a reclamar una ley de salario mínimo. Conte esperaba que Draghi girase a la izquierda, pero era un objetivo difícil de lograr.

El contexto fue la voluntad de Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, líderes del partido de extrema derecha Liga y del pequeño partido liberal Forza Italia, de aprovechar el error de Conte para tumbar al Gobierno, llegar a los comicios con las encuestas a su favor y culpar de todo al M5E.

El resultado fue que este miércoles, en el Senado, el M5E se abstuvo de votar en la moción de confianza en el Gobierno de Draghi, mientras que la Liga y Forza Italia abandonaron el pleno. La moción fue aprobada con solo 95 votos a favor, por lo que el expresidente del BCE y líder del que había empezado como un Gobierno «de unidad nacional» presentó su dimisión la mañana siguiente.

Hasta los comicios, Draghi permanecerá primer ministro para terminar el trabajo iniciado y hacer frente a cualquier imprevisto. Según muchos analistas Conte ha fracasado. Su excompañero de partido, el ministro de Asuntos Exteriores aliado de Draghi, Luigi Di Maio, le acusa de haber «entregado el poder a la derecha». Pero Salvini y Berlusconi no han conseguido endosar toda la culpa del fin del Gobierno al M5E: muchos en las redes arremeten contra ellos.

La vencedora

La que sale ganando con el colapso del Gobierno de Draghi es Giorgia Meloni, originaria de Roma y admiradora de Vox en España y de Viktor Orbán en Hungría. El partido que fundó y que dirige, Hermanos de Italia, es ultranacionalista y favorable a la OTAN, pero crítico con la UE. En los sondeos es el más fuerte: Meloni no apoyó ni los dos Gobiernos de Conte, primer ministro del 2018 al 2021, ni al de Draghi. Lleva en la oposición desde la fundación del partido, en el 2013, lo que le ha permitido convertirse en una referente para muchos italianos descontentos. Aliado con la Liga y Forza Italia, Hermanos de Italia tiene grandes posibilidades de ganar en septiembre.

En una entrevista al diario La Stampa, Meloni aseguró que ella y su partido están preparados para gobernar, y que entre ella, Salvini y Berlusconi, quien se convierta en primer ministro será el líder del partido que más votos saque. Es decir el suyo, si sigue así. Sin embargo, nada garantiza que sus dos aliados estén de acuerdo; según los medios italianos, Forza Italia y la Liga preferirían elegir al futuro primer ministro de una lista de nombres que incluiría a Giulio Tremonti, ministro de Economía y Finanzas en los cuatro Gobiernos encabezados por Berlusconi.

Meloni insistió en que su formación no supondría «ninguna amenaza ni para el país ni para sus aliados internacionales».

Mientras, el Partido Demócrata (PD) propone una gran coalición que reúna a todas las fuerzas políticas proDraghi, incluido el influyente alcalde de Milán, el ministro de Exteriores y exmiembro del M5E, Di Maio, exbarones de Forza Italia y pequeños partidos de izquierda y centro. No será fácil, y algunos en el PD preferirían una alianza más restringida y manejable.

El secretario del PD, Enrico Letta, publicó el viernes un tuit con una foto de Draghi acompañada por un texto elocuente: «Italia fue traicionada. El Partido Demócrata la defiende. Y tú, ¿estás con nosotros?» Letta quiere llevar una campaña agresiva, en nombre de Draghi, pero sabe que Draghi no está disponible para una campaña electoral. Eso tampoco será fácil.