Francia se ve obligada a poner al ralentí sus centrales nucleares por el calentamiento de los ríos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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PASCAL ROSSIGNOL | REUTERS

Japón necesita tener en funcionamiento nueve reactores en invierno para garantizar el suministro de energía

03 ago 2022 . Actualizado a las 19:56 h.

Primero fue el repunte de la demanda, después la invasión rusa de Ucrania, el cierre de gasoductos y ahora una ola de calor la que amenaza con agravar la crisis energética más grave de Europa en décadas.

La empresa pública francesa Électricité de France (EDF) ha admitido que las elevadas temperaturas que se están registrando en los ríos Ródano y Garona obligarán a la compañía a reducir sustancialmente la producción de sus centrales nucleares en los próximos días, según recoge Bloomberg, mermando el suministro de esta fuente de energía, que proporciona el 77 % de la electricidad total que consume el país.

La empresa utiliza el agua de estos afluentes para enfriar las plantas. No obstante, cuando la temperatura en los ríos supera ciertos umbrales, las centrales se ven obligadas a reducir o paralizar la actividad para no dañar el medio ambiente. La medida, de hecho, no es nueva. La planta de St. Alban tuvo que reducir su producción desde el pasado sábado de los 2.600 megavatios a tan solo 700 para no elevar todavía más la temperatura de los caudales, según la agencia.

¿Por qué este anuncio ha puesto en alerta a las autoridades? En primer lugar porque Francia es el mayor productor de energía atómica de Europa. Tradicionalmente exportaba a países vecinos. En la actualidad está comprando más de lo que solía ser habitual para cubrir sus necesidades. Las labores de mantenimiento y revisiones periódicas de los reactores han hundido este año la producción nuclear a niveles de hace tres décadas, apunta Bloomberg. Y eso también tiene consecuencias para sus vecinos. Principalmente para Alemania, que ya arrastra graves problemas para abastecerse. Mucho más ahora que la rusa Gazprom apenas bombea gas a través del Nord Stream, al 20 % de su capacidad.

Reactores alemanes

El canciller alemán, Olaf Scholz, ya no descarta prolongar el uso de las tres centrales nucleares que todavía hay en activo en el país para resolver la crisis energética: «Puede tener sentido», afirmó ayer. Estaba previsto que el apagón nuclear definitivo se produjera a finales de año, pero todo apunta a que el calendario se volverá a revisar. Esa posibilidad divide al Gobierno de coalición. Los ecologistas no quieren extender la vida útil de las centrales o reactivar las desconectadas, pero el partido liberal aboga por hacerlo. Por el momento, y para suplir la escasez de gas, han vuelto a quemar carbón.

Japón, en problemas

La escasez de energía y la ola de calor tampoco da tregua en Japón. Algunos trenes han tenido que dejar de circular por las altas temperaturas de los raíles. El país demanda tanta energía para enfriar oficinas, hogares e infraestructuras que teme llegar al invierno sin las reservas de gas natural licuado (GNL) suficientes —es el segundo mayor importador del mundo—. La urgencia ha obligado a encender nueve reactores nucleares en invierno, con los que cubrir el 10 % del consumo energético. Los plazos podrían truncarse porque alguno arrastra deficiencias. «Hay preocupación en torno a una posible escasez de energía», admite su primer ministro, Fumio Kishida.