Muere la ballena beluga liberada tras adentrarse en el río Sena, a unos 70 kilómetros de París

Somos Mar PARÍS/ EFE

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El cetáceo, perdido y desnutrido, sufría tanto que las autoridades optaron por practicarle la eutanasia

11 ago 2022 . Actualizado a las 10:38 h.

La ballena beluga que había entrado en el río Sena ha fallecido este miércoles durante las operaciones de rescate y traslado al mar, después de que los equipos veterinarios hayan decidido sacrificarla por el grave empeoramiento de su estado de salud. Había sido recuperado en una esclusa del departamento de Eure, en el norte de Francia, y las autoridades planeaban llevarla al mar.

Sin embargo, durante el traslado, «los veterinarios constataron una degradación de su estado, especialmente de sus funciones respiratorias», según una experta del Servicio de Bomberos, Ollivet Courtois. Ante el sufrimiento «evidente» del animal, «se hizo necesario llevar a cabo la eutanasia», ha explicado Courtois en un vídeo difundido en redes sociales por la prefectura de Calvados. Las autoridades preveían dejar a la ballena unos días en una piscina de agua salada antes de liberarla en el mar, en las costas de Normandía.

Unos 80 especialistas han rescatado esta madrugada a una ballena beluga de 800 kilos en el río Sena, en el que se encontraba perdida a unos 70 kilómetros de París, en una delicada operación que se desarrolló durante más de ocho horas. El cetáceo, acostumbrado a vivir en las frías y saladas aguas canadienses, había entrado en el río, dejado de alimentarse y se encontraba en un estado de salud que preocupaba a las autoridades, veterinarios y activistas, que decidieron adelantar el rescate para evitar que enfermara aún más.

«La beluga ha salido del agua tras largas horas de preparación y esfuerzos. Bravo a los equipos implicados por haber superado este desafío. Se le han realizado los primeros exámenes médicos y se conocerán pronto los resultados», ha indicado la organización Sea Shepherd France esta mañana en su cuenta de Twitter. El animal, que había sido bloqueado en una zona del río mediante esclusas el pasado jueves, fue sacado del agua con una red levantada por una grúa, un momento muy estresante para el animal, según la secretaria general de la delegación del gobierno del departamento de Eure, en Normandía, Isabelle Dorliat-Pouzet.

La responsable, que explicó las condiciones del rescate en rueda de prensa, alertó de que se trataba de una operación arriesgada para el animal, que tras ser suspendido en una especie de hamaca tendrá que ser trasladado al mar en un vehículo refrigerado, si los análisis médicos lo permiten. «Es una operación muy larga en la que participan ochenta personas, una decena de buceadores, especialistas, veterinarios... Hemos trabajado mucho», dijo Dorliat-Pouzet a las cámaras, ante las que se mostró optimista. «Hemos hecho lo máximo y lo mejor posible».

Los trabajos de rescate han costado varios miles de euros, según la responsable, que se refirió a las numerosas donaciones de ciudadanos para la operación, como el camión o la paja que irá en su interior, que ofrecieron varios vecinos. El animal, un macho que pese a sus 800 kilos estaba más delgado de lo que corresponde a un cetáceo de estas características, está siendo tratado por los especialistas. Si su estado de salud lo permite, deberá ser trasladado a Ouistreham, en la costa normanda, donde permanecerá tres días en un estanque de agua del mar antes de ser liberado en alta mar y llevado mar adentro, lejos de las costas.