Veinte presos en las cárceles españolas por provocar incendios forestales

REDACCIÓN / AGENCIAS MADRID

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Un agente de la Guardia Civil en Ateca, investigando el origen del incendio
Un agente de la Guardia Civil en Ateca, investigando el origen del incendio GUARDIA CIVIL | EUROPAPRESS

La UME se suma al dispositivo leonés para apagar un incendio que ya ha quemado unas 600 hectáreas en León

10 ago 2022 . Actualizado a las 12:27 h.

Los incendios forestales arrasan cada año miles de hectáreas en España, y muchos de ellos son intencionados. Las llamas destruyen árboles o pasto, pero también pruebas que pueden ayudar a esclarecer su origen. Aun así, hay 20 presos, todos hombres, repartidos por varias cárceles del país, acusados de provocarlos.

Según fuentes penitenciarias, del total de reclusos, diez de ellos se encuentran internos en cárceles de la administración central. Ocho están condenados por provocar incendios forestales, uno aún se encuentra en prisión provisional y el otro con medidas de seguridad, es decir, en un centro penitenciario psiquiátrico.

Mientras, en las cárceles de Cataluña (comunidad que tiene transferida la competencia en Prisiones) están recluidos por este delito cinco hombres, uno de ellos en prisión provisional.

En el caso de los cuatro incendiarios que ya han sido condenados y que cumplen penas de prisión en esa comunidad, el delito de incendio forestal está vinculado a un delito de asesinato u homicidio, ya que el fuego causó víctimas mortales.

No es fácil para las fuerzas de seguridad investigar un incendio de esas características. Se sabe, de todos modos, que el 60 % de los más de 15.000 que cada año sufre España son intencionados.

¿El móvil? Pues hay de todo. Desde el que quema para aprovechamiento agrícola, hasta el que se la va la mano por una imprudencia pasando por el que disfruta contemplando el fuego o tiene un deseo irrefrenable de quemar e, incluso, las llamas llegan a excitarle sexualmente. Una patología muy excepcional del pirómano, que así es como hay que denominar a este tipo de incendiario.

De seis a nueve meses la imprudencia, cinco años el intencionado

Efe ha analizado una veintena de sentencias sobre incendios forestales dictadas por tribunales de todo el país durante el último año y entre ellas predominan las condenas por incendios imprudentes: fuegos provocados al tirar cohetes, quemar un campo en barbecho o incluso tras prender una pequeña fogata para calentar un recipiente con agua.

La pena suele ser de entre seis y nueve meses de prisión, si bien el castigo se endurece en el caso de que el incendio se haya ocasionado en una zona de especial protección. La condena de cárcel siempre va acompañada de una multa, cuyo importe oscila entre los 3.600 y los 420 euros, según la gravedad del caso.

Cuando se trata de fuegos intencionados, la pena se sitúa entre los tres y los cinco años, según haya o no dilaciones indebidas durante el procedimiento judicial.

La Audiencia de Cáceres aplicó este atenuante a un hombre condenado a tres años de prisión que, por usar un mechero, en agosto del 2016; quemó un total de 179 hectáreas de un paraje de la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata. Lo mismo le ocurrió al autor de hasta 28 fuegos en el 2017 en A Coruña, condenado a tres años y tres meses.

Mayor castigo recibieron dos hombres condenados el pasado mes de marzo a cinco años de prisión por prender en el 2020 varios fuegos en matorrales cerca de un camino, donde fueron vistos por un testigo.

Pero no siempre hay suficientes pruebas para una condena. Así lo interpretó en mayo la Audiencia de Pontevedra, que absolvió a un hombre que había sido condenado a seis años de prisión por un delito de incendio por imprudencia grave.

No cuestiona el tribunal que él fuera el autor, e incluso que fuera negligente al quemar restos forestales en una finca, pero rechaza que se le pueda imputar una imprudencia de carácter penal porque había solicitado licencia para la quema, el riesgo de incendio ese día era moderado y, además de contar con una manguera, estaba acompañado de un vecino que podía ayudarle.

En abril, la Audiencia de Toledo también mantuvo la absolución de tres acusados al considerar que las pruebas reunidas no permitían confirmar que el incendio que arrasó casi 600 hectáreas de bosque y pastos en el término municipal de Valdeverdeja fuera causado por las chispas de una radial utilizada para colocar unas placas solares en una finca.

Aumento de detenidos e investigados

Quizá, en unos meses, se dicte alguna sentencia para alguno de los detenidos e investigados por las fuerzas de seguridad este verano, en un año que ya acumula 37 grandes incendios forestales (aquellos que afectan al menos a 500 hectáreas), cifra que multiplica por cuatro la media de los últimos 10 años, con más de 162.000 hectáreas calcinadas en total. Son datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recogidos hasta el 31 de julio.

Un mes, el de julio, en el que se han producido varias detenciones por provocar incendios, como las tres llevadas a cabo por los Mossos d' Esquadra, que, además, investigan a una menor.

Entre los arrestados por los agentes autonómicos figura un hombre al que un juez envió a prisión acusado de provocar en un mismo día tres incendios forestales en Corbera del Ebro, Mora del Ebro y Benisanet, en las Tierras del Ebro.

A casi una veintena de personas investiga el Seprona de la Guardia Civil, que también ha detenido a alguna más, por ese mismo delito.

Entre ellas, las cinco investigadas como presuntas autoras de un incendio forestal por imprudencia grave por su participación en unos trabajos de reforestación que provocaron el fuego que afectó a nueve municipios de la provincia de Zaragoza, calcinando casi 14.000 hectáreas de monte y obligando al desalojo de 1.700 vecinos de cuatro localidades.

Y entre los ya detenidos se encuentra un hombre de 47 años por un incendio causado con su cosechadora en la comarca burgalesa de Sabinares de Ardanza, cuando trabajaba en horario no permitido por la Junta de Castilla y León. Más de 900 personas de varias localidades tuvieron que ser desalojadas por unas llamas que arrasaron 3.000 hectáreas.

Bomberos de Burgos en la extinción de un incendio en Castillo de Burgos
Bomberos de Burgos en la extinción de un incendio en Castillo de Burgos Santi Otero | EFE

La UME se une al dispositivo para apagar el incendio en León, que ya ha calcinado 600 hectáreas

La Unidad Militar de Emergencias se ha sumado a las labores de extinción del incendio declarado este pasado domingo en Boca de Huérgano, León, que sigue muy activo y avanzando, y que, según ha explicado a Efe el alcalde, Tomás Sierra, ya ha calcinado más de 600 hectáreas.

La incorporación al operativo de la UME luego de que la Junta de Castilla y León elevara el incendio al nivel 2 de peligrosidad, en una escala de 0 a 3 de menor a mayor intensidad, ante el posible riesgo para las personas y bienes distintos a los de naturaleza forestal, concretamente por el humo que invadió la localidad de Espejos de la Reina.

En este sentido, el alcalde de Boca de Huérgano, Tomás Sierra, ha explicado que se han cortado los caminos de los pueblos para evitar el tránsito de personas, pero ha descartado que ninguna población corra peligro ni  que se prevean evacuaciones.

«Esta noche se ha trabajado mucho para acotar los tres frentes que tiene el incendio, y a partir de las 10 de la mañana los medios aéreos con tres hidroaviones y cuatro helicópteros han vuelto a la luchar contra las llamas». ha apuntado el regidor.

Por su parte, la delegada de la Junta en León, Ester Muñóz, ha reconocido que se está en un incendio complicado, ya que el rayo que provocó las llamas cayó en una zona de alta de montaña, muy seca y con mucho combustible, por lo que las «condiciones orográficas y climáticas, con temperaturas muy altas, han complicado las labores de extinción».

Desde el principio, el operativo ha tenido problemas para atacar las llamas al encontrarse en una zona poco accesible, con mucha roca y matorral alto y denso, lo que ha impedido el acceso de maquinaria a ciertas zonas.

Muñóz ha explicado el gran operativo y todos los medios con los que se cuenta para luchar contra las llamas desde el primer día que se declaró el fuego. Con una media de 100 personas en el operativo, este miércoles ha subido a unas 120, más los militares de la UME, a los que Muñóz ha agradecido su profesionalidad y esfuerzo.

Asimismo, la representante de la Junta en León se ha mostrado confiada en que la previsión de mejora de las condiciones meteorológicas, con bajada de temperaturas y posibles lluvias, ayude a facilitar las tareas de extinción.

A los medios aéreos con los que se cuenta se unen tres buldócer, autobombas, brigadas helitransportadas y cuadrillas de tierra.

También se ha desplegado un Puesto de Mando Avanzado en la población de Barniedo de la Sierra para coordinar todos estos medios de extinción y trabaja en la zona la Unidad móvil de análisis y planificación de incendios.

Asturias se declara en emergencia

El Gobierno asturiano ha declarado el paso a fase de emergencia del Plan de Incendios Forestales del Principado después de que en las últimas horas se registraran cinco fuegos en la comarca occidental de la región provocados por tormentas eléctricas, de los que dos continúan activos, informó el Ejecutivo regional.

El Infopa se ha activado a las diez de la mañana de este miércoles en situación 0 (la más baja de las cuatro contempladas en el plan) a la vista de las previsiones meteorológicas para las próximas horas y ante la desfavorable evolución de los incendios registrados hasta el momento.

Tres de los fuegos se encuentran controlados y en situación de revisión en los concejos de Valdés, Villayón y Peñamellera Baja y los dos que continúan activos se han registrado en el de Ibias.

El Plan de Incendios Forestales se activa de forma automática anualmente, coincidiendo con las épocas de peligro alto y medio que en Asturias se corresponden, respectivamente, con los períodos comprendidos entre el 15 de enero y el 30 de abril y entre el 15 de julio y el 15 de octubre.

Asturias se encuentra, salvo en la franja costera, en alerta amarilla (riesgo) por tormentas de cara a las próximas horas y existe riesgo alto o muy alto de incendio en 53 de sus 78 municipios.

El fuego de Ávila se estabiliza

El incendio que declarado en la tarde del pasado viernes en el término municipal de Santa Cruz del Valle, al sur de Ávila, está «estabilizado» y su nivel de peligrosidad ha sido rebajada (de 2 a 1) por su evolución favorable.

El delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, ha explicado que los vecinos desalojados por precaución de la urbanización «El Picadero», dentro del término municipal de Pedro Bernardo, pueden ya regresar a sus domicilios, que no se han visto afectados directamente por las llamas.

Además, ha dado la orden de reabrir la carretera provincial AV-922, que une los municipios de San Esteban del Valle y Pedro Bernardo, cortada ante la cercanía de las llamas.

El jefe de jornada del operativo contra incendios, Álvaro Gómez, ha explicado a los medios de comunicación que el fuego lleva las últimas 48 horas sin frentes activos de llama, pese a que dentro del perímetro sí se ha detectado alguna reproducción, contra las que luchan actualmente cerca de un centenar de operarios, con la ayuda de cinco medios aéreos.

Gómez ha indicado que, a la espera del cambio meteorológico que prevé una variación en la dirección del viento, el incendio está estabilizado, sin que por el momento pueda darse por controlado.