El voraz incendio del Moncayo obliga a evacuar a 1.500 personas en Zaragoza

P. M. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Aragón se coordina con las dos Castillas y Navarra para tratar de extinguir las llamas

15 ago 2022 . Actualizado a las 10:04 h.

Más de 1.500 personas tuvieron que dejar la madrugada pasada sus hogares por el incendio que afecta a unas 8.000 hectáreas en Aragón, un fuego de difícil control debido al calor y a los fuertes vientos, que dificultan las labores de extinción de las llamas. Vecinos de siete poblaciones (Añón, Alcalá de Moncayo, Vera de Moncayo y El Buste, a las que se sumaron la pasada madrugada Bulbuente, Ambel y Trasmoz) dejaron sus casas en el transcurso de la noche más crítica en la comarca.

Estos vecinos han sido realojados en Tarazona, en Borja y en el albergue de Ágreda (Soria) los evacuados de Trasmoz.

La directora general de Interior y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Carmen Sánchez, notificó ayer que los ayuntamientos de las localidades de Ágreda, Tudela y Mallén se ofrecieron a acoger a las personas desplazadas, pero no se registraron accesos a dichas localizaciones.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, quiso destacar «un alto grado de profesionalidad» entre los 300 efectivos que han contribuido a extinguir los fuegos de Moncayo y evacuar a los ciudadanos de las poblaciones afectadas. Los traslados, según Lambán, han funcionado «bien» aunque siempre son «dolorosos», más aun teniendo en cuenta que algunas poblaciones celebraban sus fiestas locales por primera vez desde que se inició la pandemia de coronavirus.

El director general de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Diego Bayona, explicó ayer que, debido al avance de las llamas, la situación sobre el terreno es «realmente crítica», ya que el comportamiento del fuego durante la noche del sábado al domingo fue de una «virulencia» inusual. El incendio, con tres focos activos, extendió su radio de acción a los 50 kilómetros y el pronóstico de hectáreas quemadas alcanzó las 8.000.

Lambán se comunicó con los presidentes de Navarra, Castilla y León y Castilla-La Mancha, cuyos efectivos también colaboraron en las labores de extinción del incendio, y les trasladó su preocupación por la cercanía de las llamas al parque nacional del Moncayo. La reserva tiene un elevado valor natural, y el fuego, «combustible» suficiente para alcanzar «magnitudes catastróficas.

Bayona indicó que en las labores de extinción trabajan más de 300 agentes sobre el terreno, diez medios aéreos, 30 vehículos autobomba y los refuerzos de las dos Castillas y Navarra.