La insólita preocupación de Japón: su juventud bebe muy poco

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Un barman muestra diferentes botellas de «sake», bebida típica japonesa
Un barman muestra diferentes botellas de «sake», bebida típica japonesa MARCOS MÍGUEZ

El Gobierno nipón abre un concurso para promover que se consuma más alcohol y así reimpulsar un sector castigado por la pandemia

18 ago 2022 . Actualizado a las 17:54 h.

Mientras en la mayoría de los países del mundo el consumo de alcohol es un problema por su exceso, en Japón se ve desde otro punto de vista. Este verano el gobierno nipón ha constatado un hecho: la vuelta a la normalidad no ha supuesto recuperar el consumo de alcohol de antes de la pandemia, sino que este se ha quedado estancado. Tal y como recoge la agencia Efe, ello ha generado movimientos en el gobierno que desea no solo una recuperación de la ingesta alcohólica, sino que se centra en la juventud. Por ello la Agencia Tributaria ha abierto un concurso para recabar ideas de negocio destinadas a que los jóvenes beban más alcohol. Sí, en lugar de disuadir a las nuevas generaciones, lo que se hace es mostrarle un atractivo camino a la barra del bar.

La campaña se llama «Sake viva!» —aunando el nombre genérico que recibe el alcohol en Japón (sake) con la interjección española para celebrar cosas (viva)—. Tal y como explicó a la agencia un portavoz de la Agencia Tributaria nipona «incrementar el conocimiento entre la población sobre el sector de las bebidas alcohólicas, que está atravesando dificultades debido al covid y a la baja tasa de natalidad, que conlleva que haya menos consumidores». Además de ello, se promueve la exportación de productos como el sake (licor de arroz), «que son una parte importante de la cultura y la tradición de Japón», señala ese portavoz.

Un movimiento tan insólito y contracorriente como este ha despertado críticas. ¿Es normal que en el 2022 un país desarrollado fomente el alcohol desde su gobierno? ¿Tiene sentido que la diana de su campaña sea precisamente la juventud? Desde la Agencia Tributaria se han defendido diciendo que su iniciativa «no busca que haya un consumo excesivo de alcohol y también trabaja para educar a los jóvenes para un consumo moderado».

Tras esta decisión se esconde un problema económico. La recaudación de los impuestos sobre el alcohol en Japón disminuyó en el ejercicio fiscal 2020 en 110.000 millones de yenes (799 millones de euros) hasta los 1,13 billones de yenes (8.216 millones de euros). Se trata de la mayor caída en 31 años, según datos de la Agencia Tributaria. El gasto promedio per cápita de alcohol en bares y restaurantes en 2020 fue de 9.000 yenes (unos 65 euros), lo que supone menos de la mitad del registrado un año antes, según datos del Ministerio del Interior.