Los grandes mataderos tendrán un año para instalar cámaras de vigilancia para erradicar el maltrato animal

M.Cedrón REDACCIÓN

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El Consejo de Ministros aprueba un real decreto para garantizar el cumplimiento de la legislación en materia de bienestar animal, lo que convierte a España en el primer país de la UE en obligar a instalar videovigilancia en esas instalaciones

23 ago 2022 . Actualizado a las 19:43 h.

Han pasado cerca de dos años desde que se comenzó a hablarse de ello, pero al fin el Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto impulsado por el Ministerio de Consumo que obliga a instalar cámaras de videovigilancia en los mataderos españoles para garantizar el cumplimiento de la legislación en materia de bienestar animal. La norma, que convierte a España en el primer país de la UE en obligar a instalar cámaras en este tipo de instalaciones, concede a los grandes mataderos un plazo de un año para adaptarse, mientras que los pequeños dispondrán de dos.

La medida responde a las exigencias derivadas de la estrategia europea De la granja a la mesa, presentada a principios del 2020 por la que la UE busca avanzar en un modelo alimentario más justo, sostenible y respetuoso con el medioambiente. En esa intención entraría el conocer cómo se producen los alimentos para que el consumidor pueda elegir lo que come. 

De ahí que la norma, que también se aplica a los mataderos móviles permitirá, como explican desde el Gobierno central,  establecer herramientas adicionales de control que garanticen que, en todos los mataderos españoles se minimice el sufrimiento animal durante la descarga, traslado, estabulación o aturdimiento de los animales. El objetivo: garantizar el bienestar animal, algo que no solo va en beneficio de los animales, también de la calidad de su carne. 

La normativa permitirá establecer herramientas adicionales de control que garanticen que, en todos los mataderos españoles (incluidos los móviles), se minimice el sufrimiento animal, por ejemplo, durante la descarga, el traslado, la estabulación o el aturdimiento de los animales. Además, en el caso de aves o cerdos, las cámaras también deberán grabar el momento en el que escaldan a los animales muertos para evitar que sean sometidos al proceso los que presenten algún atisbo de vida. 

 Las cámaras tendrán que abarcar todos los espacios donde estén los animales vivos, desde las zonas de descarga a los  pasillos de conducción, las zonas donde se proceda a las actividades de aturdimiento y sangrado o el lugar en el que se les da muerte. Donde no serán obligatorias es en las zonas de espera donde aguardan los camiones para ser descargados. Con todo, deberá controlarse el tiempo que los animales pasan dentro del camión

Las imágenes grabadas deberán de guardarse para facilitar las labores de inspección y, cuando sean pasadas a otros soportes, estos han de garantizar que pueden verse con claridad. 

Aunque la normativa de bienestar animal que rige en Europa es estricta, en el texto inicial que había presentado el Ministerio de Consumo en el 2020 cuando comenzó a tramitar la aprobación de esta norma reconoce que continuaban detectándose malas prácticas en algunos mataderos en relación con la normativa de protección de los animales.