La economía se tambalea por la caída de la actividad en Alemania y Francia

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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GILLES GUILLAUME | REUTERS

La inflación lastra el consumo, reduce pedidos y ralentiza la creación de empleo

24 ago 2022 . Actualizado a las 09:15 h.

«Parece que lo que resta del 2022 será un período difícil para las empresas de la zona euro». Es el pronóstico que hizo este martes Andrew Harker, director económico de S&P Global Market Intelligence. El organismo dio a conocer los datos de actividad económica en la eurozona en el mes de agosto, confirmando las sospechas del mercado: el bloque se dirige hacia la recesión.

Sus dos grandes motores, Alemania y Francia, han pisado el freno en seco. Ambos países están experimentando una contracción y amenazan con arrastrar a sus vecinos al terreno negativo. Por segundo mes consecutivo, el índice de actividad empresarial PMI —el que más se anticipa midiendo el estado de salud de las economías— se contrajo en la zona euro, hundiéndose hasta los 49,2 puntos, por debajo del umbral de los 50 que marca la barrera entre el crecimiento y la contracción. Se trata del nivel más bajo de los últimos 18 meses.

¿Qué está pasando? La producción manufacturera alemana y francesa ha desacelerado de forma intensa, borrando cualquier atisbo de recuperación. Los precios de la energía se han disparado a máximos históricos, a causa de la escasez de gas y la falta de alternativas renovables para abastecer las economías, obligando a las empresas a trasladar buena parte de los costes de producción al precio final que pagan sus clientes. Y eso, claro, afecta al consumo. Con menos poder adquisitivo, los ciudadanos se están apretando el cinturón, prescindiendo de ciertos servicios o productos.

Cuando se compra menos, las empresas reducen sus pedidos a las fábricas. Y eso mismo es lo que se está observando en la zona euro. Los almacenes están acumulando mercancías no vendidas, a las que no hay forma de dar salida. «Las existencias de productos terminados aumentaron en agosto al ritmo más intenso en más de 25 años», revela el informe de S&P. Con tal exceso de productos en los inventarios, es muy poco probable que la producción manufacturera mejore a corto plazo.

Pero, ¿cuáles son esos sectores que están trastabillando con la crisis energética? «Se observa un declive de la producción y la actividad en un amplio abanico de sectores, desde las firmas de materiales básicos y del sector automotriz hasta las firmas del sector del turismo y de actividades inmobiliarias, a medida que la debilidad de la actividad económica continúa generalizándose más», explica Harker.

Empleo

Toda esta dinámica está lastrando también la generación de nuevos puestos de trabajo en la eurozona. Menos demanda y más incertidumbre económica se traduce en empresas reticentes a la hora de ampliar plantillas. Tanto es así que el ritmo de creación de empleo es el más lento en año y medio.

La única nota positiva que arrojan los datos es que las empresas ya han empezado a notar un aumento menos intenso de los costes, lo que sugiere que la inflación podría haber alcanzado ya su pico.

Pero analistas de Oxford Economics anticipan que los precios se mantendrán altos «por más tiempo» del previsto. Y esto puede tener consecuencias estructurales y devastadoras para la industria europea, incluso para esas empresas, como las españolas, que hoy pagan menos por la energía que sus homólogas germanas. «Algunas industrias sufrirán graves tensiones y tendrán que replantearse su producción en Europa», señaló recientemente el analista de Bruegel, Simone Tagliapietra, a Bloomberg.