Londres y Liverpool suman siete muertes violentas desde el mes de julio
30 ago 2022 . Actualizado a las 11:01 h.Liverpool vuelve a ser noticia, pero no por los Beatles ni por su equipo de fútbol, sino por la delincuencia. El asesinato de una niña de nueve años hace temer a los británicos que estén frente a una nueva ola de violencia criminal y pone en duda la efectividad de las medidas adoptadas por las autoridades para garantizar la seguridad ciudadana.
La pequeña Olivia Pratt-Korbel murió la noche del lunes, a consecuencia de un balazo que recibió dentro de su casa, en la que irrumpió un exconvicto, de 35 años, que huía de un hombre que estaba armado y que no dudó en disparar su pistola. La madre de la niña también resultó herida. Su muerte ha conmocionado al país y ha hecho que las autoridades hayan prometido no descansar hasta castigar a los responsables. Esto, pese a que no descartan que el homicida haya salido del país. «Te vamos a encontrar», declaró este jueves el detective Mark Kameen. Esta es la tercera muerte violenta en la ciudad del norte de Inglaterra en apenas cinco días.
La noche del 16 de agosto, Sam Rimmer, de 20 años, murió tras recibir varios disparos en un callejón sin salida, cerca de la ribera del río Mersey, mientras caminaba con un grupo de amigos. La policía ha detenido a tres personas por este suceso.
Ashley Dale, de 28 años, murió 48 horas después, al recibir un balazo en su jardín. Las autoridades sospechan que la víctima estaba en medio del fuego cruzado entre dos bandas rivales.
Otras cuatro muertes violentas en Londres
Pero esta ola de violencia no se limita a Liverpool. Desde julio, cuatro personas han perdido la vida en circunstancias similares en Londres. Los índices de criminalidad habían caído en los últimos dos años, gracias a los confinamientos impuestos contra el covid y al aumento de la vigilancia policial. Sin embargo, los expertos pronostican un resurgimiento de la violencia debido a varios factores, uno de ellos la grave crisis inflacionaria que vive el Reino Unido y que amenaza con sumir en la pobreza a millones de personas. «La gente está desesperada y los tiempos desesperados exigen medidas desesperadas», explicó el profesor Robert Hesketh, de la Escuela de Estudios de Justicia de la Universidad John Moores de Liverpool, a la BBC.
Otro factor es la impunidad. Solo el 5,6 % de los 6,3 millones de delitos denunciados a la Policía en Inglaterra y Gales entre marzo del 2021 y marzo del 2022 terminaron con un sospechoso sentado en el banquillo de los acusados, según admitió en un informe el Ministerio del Interior en julio.
En el mismo estudio se revela que 1,5 millones de víctimas desistieron de llevar a juicio a sus presuntos agresores, lo que, para el Partido Laborista, indica que los ciudadanos han perdido la confianza en la Justicia.
Desde Downing Street han insistido en su promesa de contratar a 20.000 nuevos agentes de policía para garantizar la seguridad ciudadana.