El primer paso para volver a la Luna en el año 2025 tendrá que esperar

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

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La cuenta atrás se paró a falta de 40 minutos para la hora de lanzamiento prevista
La cuenta atrás se paró a falta de 40 minutos para la hora de lanzamiento prevista THOM BAUR | REUTERS

La NASA suspendió el lanzamiento del cohete SLS por fallos en los motores

02 sep 2022 . Actualizado a las 20:28 h.

El inicio de una nueva era de la exploración espacial tendrá que esperar. La NASA suspendió este lunes el lanzamiento del cohete Space Launch System (SLS) con la nave Orión cuando quedaban 40 minutos para la hora de despegue prevista. La primera fase de la misión Artemis, que tiene por objetivo final llevar al ser humano a la Luna de nuevo medio siglo después y sentar las bases de un futuro viaje a Marte, se retrasa como mínimo hasta el viernes, aunque tampoco está confirmado que para entonces se hayan podido resolver los problemas técnicos que obligaron a abortar el lanzamiento.

Unos problemas que, a falta de que la agencia estadounidense dé más detalles, empezaron con una tormenta eléctrica, retraso en las comunicaciones, dificultades en el llenado de los depósitos de combustible, unas condiciones meteorológicas que tampoco eran las mejores y una supuesta grieta en el conducto que enlaza los tanques de oxígeno líquido y de hidrógeno líquido. Todos ellos en principio menores y solventables, pero no el del sistema de propulsión que finalmente obligó a suspender el despegue.

Inicialmente se anunció un retraso de diez minutos y después la NASA dio cuenta de «una pausa no planificada mientras el equipo trabaja en un problema con el motor número tres de la etapa central» del SLS. La explicación transmitida al final por la agencia fue que «una prueba de sangrado para que los motores RS-25 en la parte inferior de la etapa central alcanzaran el rango de temperatura adecuado para el despegue no tuvo éxito y se quedó sin tiempo en la ventana de lanzamiento de dos horas».

Antes, periodista de la cadena británica BBC desplazados al Centro Espacial John F. Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida) informaron de «lo que parece ser una grieta en el intertanque» y la CNN estadounidense reflejó un retraso de 11 minutos en las comunicaciones entre la cápsula Orión y el centro de control.

El portavoz de la NASA que se preparaba para retransmitir el momento del despegue dijo que la siguiente oportunidad es el 2 de septiembre, «aunque en este momento no sabemos si el equipo de lanzamiento la utilizará», añadió. Además, la agencia informa en su blog oficial que el cohete y la nave «permanecen en una configuración estable y segura», mientras que su administrador, Bill Nelson, que puso el acento en los problemas de los motores, dejó claro que la operación no se llevará a cabo «hasta que todo esté bien».

Las necesidad de seguridad son máximas porque aunque en este viaje la cápsula solo lleva peluches y maniquíes con sensores debe orbitar la Tierra y la Luna y recorrer 2,1 millones de kilómetros en un tiempo estimado de entre cuatro y seis semanas antes de descender frente a la costa de San Diego. Además, fijará muchas de las condiciones para la siguiente fase, la Artemis II, prevista para el 2024 y ya con tripulación, entre la que por primera vez en la historia irán una mujer y un hombre negro que orbitarán el satélite. Tanto en este viaje como en el tercero del programa, fijado para el 2025 y en el que volverá a haber presencia humana en la superficie de la Luna —algo que no ocurre desde 1972— se utilizarán cohetes de la empresa Space X del multimillonario Elon Musk. Sustituiría así a este SLS, el más potente de los diseñado hasta la fecha y aún por probar.