Sánchez cambia a los empresarios del Ibex 35 por personas de a pie para inaugurar el curso político

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con representantes de la Asamblea Ciudadana para el Clima, en los jardines de la Moncloa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con representantes de la Asamblea Ciudadana para el Clima, en los jardines de la Moncloa. FERNANDO CALVO | EFE

El equipo del presidente escoge a 50 ciudadanos, de los que seis tomarán la palabra, para participar en el acto que se celebrará en la Moncloa

05 sep 2022 . Actualizado a las 08:29 h.

En los dos últimos años, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inauguró el curso político en la Casa de América, en Madrid, rodeado de empresarios del Ibex 35 y ejecutivos de las mayores compañías españolas, además de representantes sindicales y de la sociedad civil. Había en esos actos un único interviniente: el propio jefe del Ejecutivo. Y la intención era demostrar que el suyo era un Gobierno estable respaldado por los agentes sociales.

La situación ha cambiado en los últimos meses. Sánchez ha convertido a algunos de los invitados a esos actos, especialmente a los directivos de las empresas energéticas, en el blanco de sus ataques, situándolos como los «poderosos» que tratan de evitar que se aprueben medidas sociales como la rebaja del IVA en el precio del gas o que se les imponga un impuesto por beneficios obtenidos en plena invasión de Ucrania por parte de Putin.

Para ejemplificar el giro político a la izquierda, y en línea con la campaña «El Gobierno de la gente» puesta en marcha desde el Ejecutivo, Sánchez abrirá este lunes el curso recibiendo en los jardines de la Moncloa a cincuenta ciudadanos anónimos, sin militancia en el PSOE ni vinculación con el Gobierno, para conocer directamente cuáles son sus preocupaciones y sus propuestas en un momento difícil como el que vive España y el resto del mundo.

No se tratará de un formato de preguntas y respuestas, porque lo que se pretende es dar protagonismo a los ciudadanos, que expondrán públicamente sus reflexiones e inquietudes. Solo cuando culminen las intervenciones de los invitados, Sánchez enunciará sus planes para el curso político que se abre. 

Criterios sin aclarar

Los cincuenta invitados al evento forman parte de las 250.000 personas que en los últimos cuatro años han escrito cartas o enviado peticiones y quejas al presidente del Ejecutivo o han participado en alguna de las visitas al palacio presidencial organizadas por el Gobierno dentro del programa Moncloa Abierta. El equipo del presidente del Gobierno ha seleccionado a esos cincuenta participantes y, entre ellos, a los seis que intervendrán, sin que se conozca qué criterio se ha seguido para ello. El acto será conducido por la periodista Carme Chaparro.

Lo que pretende el presidente del Gobierno con este formato inédito es ofrecer una imagen de cercanía con la ciudadanía en el comienzo de la larga precampaña de las elecciones autonómicas y municipales de mayo del 2023. El acto en la Moncloa se enmarca en la gira emprendida por el propio Sánchez para celebrar un total de 30 comparecencias en diferentes puntos de España, rodeado de ciudadanos para trasladar la sensación de proximidad a la sociedad. 

Otro proceso de escucha

El pasado sábado, el jefe del Ejecutivo inauguró en Sevilla esa campaña con un acto en el que estuvo rodeado de ciudadanos que ya ensayaron la fórmula de exponer de manera directa sus preocupaciones. Un formato similar al proceso de «escucha» que ha iniciado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. En el Gobierno creen que la acción del Ejecutivo es bien valorada por los españoles, pero también que actos como el de hoy sirven para «identificar problemas, tendencias y posibles soluciones».

El precedente del espacio «Tengo una pregunta para usted» 

G. Bareño

El acto en la Moncloa tiene poco que ver, porque entonces se trataba de un programa de televisión. Pero la emisión del espacio Tengo una pregunta para usted marcó el inicio de un intento de acercar a los políticos a la calle, poniéndolos en contacto directo con los ciudadanos para que estos les expusieran personalmente sus preguntas sobre aquellas cuestiones que les preocupaban. Al espacio acudían cerca de cien ciudadanos anónimos, aunque, como en el caso de la cita en la Moncloa, solo algunos de ellos eran invitados a intervenir. La versión española de una fórmula que ya se había estrenado en Francia se inauguró el 27 de marzo del 2007. El primer invitado fue el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

 Aunque, por lo general, los políticos que participaron en las emisiones del programa salieron bien parados en las respuestas a asuntos relativos a temas de actualidad que llevaban preparados, como la guerra de Irak o la corrupción, hubo ciertas preguntas incómodas que pusieron en aprietos a algunos.

A Zapatero, uno de los ciudadanos que pudieron preguntar en esa primera emisión le soltó a bocajarro esta pregunta. «¿Cuánto vale un café en la calle? ¿Sabe usted contestarme?». Zapatero, nervioso, respondió titubeante: «Sí, ochenta céntimos aproximadamente». «No. Eso era en los tiempos casi del abuelo Pachi. Hoy, no», le espetó el anónimo entrevistador. «Depende», acertó a replicar Zapatero para tratar de demostrar que, al contrario de lo que insinuaba su interpelante, no vivía en una burbuja de cristal aislado de la calle.

En otra emisión del programa el invitado fue el entonces líder del PP, Mariano Rajoy, que se movió con desenvoltura por el plató hasta que uno de los participantes le preguntó si hablaba inglés. Rajoy admitió que no, pero argumentó que «la práctica totalidad» de la gente de su «generación» no lo hablaba. «Es mejor hablarlo, aunque González y Aznar no lo hablaban y fueron buenos presidentes», añadió.

El programa tuvo un gran éxito de audiencia en todas sus emisiones. La más vista fue la de Rajoy el 17 de abril del 2007, seguida por el estreno con Zapatero un mes antes. Además, participaron otros políticos como Gaspar Llamazares, Josep Antoni Duran i Lleida y Josep-Lluís Carod-Rovira, entre otros. Solo Zapatero y Rajoy repitieron en el 2009.