La ciencia alerta otra vez sobre un efecto dominó en el clima

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Imagen del Amazonas en Brasil
Imagen del Amazonas en Brasil BRUNO KELLY | REUTERS

Investigadores aseguran en la revista Science que algunos mecanismos de regulación climática se encuentran al límite

19 sep 2022 . Actualizado a las 09:06 h.

Hay un aspecto crucial que diferencia el cambio climático de otras amenazas del pasado como, por ejemplo, el agujero de la capa de ozono: la inercia. Gracias al protocolo de Montreal aprobado en 1997 se dejó de emitir los gases que estaban destruyendo el escudo natural que nos protege de la radiación ultravioleta. De esta forma, poco a poco, la concentración de ozono se va recuperando.

Con los gases de efecto invernadero no ocurre lo mismo. Todo el dióxido de carbono que se ha liberado en las últimas décadas permanecerá en la atmósfera alrededor de un siglo. Incluso aunque pudiera reducirse a cero la huella de carbono en este preciso instante, la inercia del calentamiento seguirá actuando durante décadas. 

La inercia que gobierna el sistema climático incluso puede desencadenar procesos de retroalimentación que pongan en marcha un efecto dominó que acabaría elevando la temperatura media global muy por encima de los límites recomendados. Precisamente un artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Science vuelve a poner el foco sobre los puntos de no retorno.

El clima habitable de la Tierra depende de una serie de mecanismos de regulación, desde las corrientes oceánicas al hielo de los polos. La ciencia ha contabilizado 16. Entre ellos también se encuentran los bosques boreales y la selva amazónica. Cada uno juega su papel para que la temperatura mundial sea compatible con la inmensa biodiversidad que hay en el mundo.

El estudio asegura que en el contexto actual de aumento de temperatura hay ya cinco mecanismos naturales de regulación climática a punto de cruzar el límite de no retorno. Son las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental, el deshielo abrupto generalizado del permafrost, el colapso de la corriente del Mar de Labrador y la muerte masiva de los arrecifes de coral.

Los autores de la investigación sostienen que la Tierra se encamina ahora mismo a un calentamiento mínimo de 2,7 grados, muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París, de 1,5 grados. A partir de 2 grados otros cuatros mecanismos entrarían en una fase de no retorno. Esto activaría un efecto dominó que elevaría la temperatura por encima de 4 grados y provocaría el colapso de las piezas restantes del puzle. El mundo, tal y como lo conocemos, sería completamente diferente.