La misión de la ONU en Ucrania concluye que Rusia cometió crímenes de guerra durante la invasión

La Voz AGENCIAS

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Erik Mose, presidente de la comisión de la ONU que investiga los crímenes de guerra en Ucrania.
Erik Mose, presidente de la comisión de la ONU que investiga los crímenes de guerra en Ucrania. MARTIAL TREZZINI | EFE

Algunos soldados de la Federación Rusa cometieron violencia sexual y de género a víctimas «de entre cuatro y 82 años»

23 sep 2022 . Actualizado a las 15:40 h.

La misión de investigación de la ONU en Ucrania ha concluido, tras visitar ese país en junio, que Rusia ha cometido crímenes de guerra durante su invasión de este país, destacó hoy el presidente de esta comisión tripartita, Erik Mose, en su comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

«Nos impactó el gran número de ejecuciones perpetradas en las áreas que visitamos», señaló el experto noruego, quien indicó que la misión investiga este tipo de asesinatos en 16 localidades ucranianas, aunque ha recibido denuncias creíbles de crímenes de este tipo en muchos otros lugares.

Muchos de estos asesinatos se perpetraron en personas previamente detenidas, destacó Mose, quien indicó que numerosos fallecidos presentaban las manos atadas a la espalda, heridas en la cabeza y cortes en la garganta, indicios que demuestran que se trató de ejecuciones sumarias.

El presidente de la comisión también denunció que soldados de la Federación Rusa han cometido violencia sexual y de género, a víctimas «de entre cuatro y 82 años», y que en algunos casos sus familiares fueron forzados a ver cómo esas personas eran maltratadas o torturadas.

Ataques con explosivos a civiles

La misión, formada también por el colombiano Pablo de Greiff y la bosnia Jasminka Dzumhur, «ha documentado casos en los que niños fueron violados, torturados y detenidos ilegalmente», siendo asesinados en algunos casos. Testigos entrevistados por la misión denunciaron haber sido sometidos a palizas, descargas eléctricas y desnudez forzada durante detenciones ilegales, en algunos casos después de ser llevados desde Ucrania a territorio ruso.

El experto noruego también denunció el reiterado uso de artefactos explosivos en zonas no militares, que han afectado áreas residenciales, escuelas, hospitales y otras infraestructuras, que según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos han causado la muerte de unos 6.000 civiles en siete meses de conflicto.

«Una parte de los ataques que investigamos fueron lanzados sin distinción entre civiles y combatientes», señaló Mose, aludiendo a una de las pruebas de posibles crímenes de guerra. Las conclusiones son las primeras que comunica la misión desde su creación por parte del Consejo de Derechos Humanos el pasado mes de marzo, y cubre especialmente actos perpetrados en febrero y marzo en las zonas próximas a Kiev, Chernihov, Járkov y Sumi.

«El reciente descubrimiento de más fosas comunes ilustra la gravedad de la situación», destacó el presidente de la comisión, quien indicó que las autoridades ucranianas colaboraron con ellos en las pesquisas, mientras que Rusia por ahora se ha negado a comunicarse con ellos.

Mose matizó que la misión ha recogido dos incidentes de maltrato a soldados rusos por parte de fuerzas ucranianas, un tipo de crímenes que «aunque son menores en número, seguirán sujetos a nuestra atención».

Tribunales especiales

Ante estas informaciones, la delegación de Ucrania ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidió la creación de un «tribunal con jurisdicción específica» sobre la agresión rusa a su país.

«Si estos actos de agresión por parte de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU no son respondidos, nos hundiremos en un oscuro mundo de impunidad y permisividad», afirmó el embajador extraordinario ucraniano, Anton Korinevich, quien aseguró que las atrocidades rusas «no se habían visto en Europa desde hace décadas».

El diplomático comparó la brutalidad de los crímenes del régimen de Putin en Ucrania con los cometidos en conflictos como los de la antigua Yugoslavia, Ruanda y la República Democrática del Congo, y pidió a la misión de la ONU que siga trabajando para garantizar que, como en esas guerras, «no haya impunidad para los perpetradores».