El Gobierno pagará a las industrias para reducir el consumo eléctrico como manda Bruselas

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Los ministros de Energía aplazan la intervención del precio del gas porque los países no se ponen de acuerdo

30 sep 2022 . Actualizado a las 19:39 h.

El precio del gas no se toca. Al menos, de momento. Y, por tanto, los mercados eléctricos de toda Europa seguirán al rojo vivo. Porque el hidrocarburo que se usa para generar electricidad es el que marca el coste final. El consejo de ministros de Energía de la Unión Europea no ha conseguido ponerse de acuerdo para poner un tope a las cotizaciones mayoristas del hidrocarburo que llega a Europa, como defienden un grupo de quince países, España entre ellos. Tienen en frente a un bloque liderado por Alemania y los Países Bajos, que se resisten a realizar cualquier intervención del mercado, ante el temor a espantar a los proveedores de gas natural licuado (que llega por barco) y a que decidan dejar de vender a Europa para llevar al mercado asiático.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, confesó su decepción con esa falta de acuerdo. Pero no todo está perdido. Una comisión de expertos analizará los impactos de las alternativas que se barajan para acometer esa intervención. Sobre la mesa, la propuesta de esos quince países de implantar un tope a todo el gas que llega a la Unión, pero también la de que solo afecte al hidrocarburo procedente de Rusia. Jozef Síkela, ministro de Industria de la República Checa, país que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea, avanzó que incluso se baraja aplicar una banda de precios entre los que se movería la cotización del gas, en lugar de imponer un coste máximo fijo. También se analizará limitar el coste del hidrocarburo que se usa para generar electricidad, como ya están haciendo España y Portugal, y que otros países, como Francia, quieren replicar por lo efectivo que está resultando para abaratar los precios eléctricos.

«Si no ponemos un tope al gas podríamos tener un impacto muy importante sobre el PIB, sobre la producción industrial y sobre los consumidores»

Ribera avanzó que le han pedido a la Comisión Europea que acelere y que presente una propuesta para limitar los precios cuanto antes. España, entre otros países, consideran que es urgente implantar un indicador distinto para las cotizaciones del gas natural en Europa. Porque, el actual, el mercado TTF holandés, da «una señal que no es convincente, que no responde al valor real, que está siendo manipulada».

Sobre el análisis de impactos de todas las propuestas que hay sobre la mesa, la ministra tiene claro qué ocurrirá si no se toman medidas en profundidad: «Puede provocar destrucción de la demanda», es decir, cierres o paradas de producción de las industrias. «No es razonable que la única forma de resolver esta crisis de precios energéticos sea recurrir a los presupuestos generales de los Estados. Si no ponemos un tope al gas podríamos tener un impacto muy importante sobre el PIB, sobre la producción industrial y sobre los consumidores», resumió. 

Ribera aseguró que los países más reticentes a intervenir el mercado, Alemania o los Países Bajos, están ahora más abiertos a estudiar otras opciones.

La Comisión Europea presentará alguna iniciativa antes de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión, que se celebrará en Praga el próximo jueves y viernes.

Mientras no llega esa posible intervención en el mercado del gas, los ministros de Energía acordaron implantar nuevas medidas de emergencia para reducir los precios eléctricos, las mismas que ya habían debatido en el consejo de principios de septiembre. Se trata de cuatro actuaciones principales.

Reducción de la demanda de energía eléctrica

Entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo, todos los países de la Unión Europea podrán poner en marcha una rebaja voluntaria del 10 % del consumo de electricidad, pero estarán obligados a reducirlo un 5 % en horas punta de demanda. Bruselas deja en manos de cada Estado las medidas concretas para alcanzar ese último objetivo. La ministra Ribera avanzó que en España utilizarán una de las alternativas propuestas por la Unión: pagar a los grandes consumidores a cambio de que consuman menos electricidad cuando el operador del sistema se lo ordene. De hecho, se trata de un mecanismo que sustituye al antiguo servicio de interrumpibilidad que fue aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros y que se pondrá en funcionamiento el 1 de noviembre. La ministra aclaró que los consumidores dispuestos a prestar ese servicio (sobre todo, la industria electrointensiva) tendrán que concurrir a una subasta para adjudicar los incentivos que tendrá que celebrarse este mes de octubre. Los beneficiarios del mecanismo tendrán que estar dispuestos a reducir consumo en las horas de mayor demanda (pendientes de determinar todavía) durante un máximo de tres horas consecutivas y serán avisados con solo quince minutos de antelación.

El Consejo de Ministros del próximo martes tiene previsto aprobar el plan de contingencia con medidas de ahorro energético, entre las que se incluirán, con toda probabilidad, ese mecanismo remunerado de gestión de la demanda. El Ministerio para la Transición Ecológica avanzó hace unas semanas que también se incluirán recomendaciones de ahorro a las familias.

Tope a los ingresos para los productores de electricidad que no usan gas

La Unión Europea también permitirá a los países implantar un límite a los ingresos extra de los generadores de electricidad que no usan gas para producirla, esto es, renovables, nucleares y carbón, fundamentalmente. El tope queda fijado en 180 euros el megavatio hora. De este modo, estas plantas no cobrarán el precio de mercado marcado por las centrales de gas. Esta medida no es obligatoria. Tampoco afectará en principio a España porque aquí se aplica ya desde hace un año un límite a esos ingresos, fijado en 67 euros por megavatio hora. Los ingresos de toda la energía que se venda por encima de ese tope se los queda el sistema eléctrico, que los dedica a costear gastos para reducir las facturas. 

Este límite a los ingresos será temporal: hasta el 30 de junio del 2023.

Impuesto solidario para petroleras y gasistas

La Unión Europea creará un impuesto solidario temporal (hasta el 31 de diciembre del 2023) para las compañías petroleras y gasistas que gravará el 33 % de los beneficios que estén un 20 % por encima de los obtenidos en el 2018. Quedan fuera las eléctricas porque ya están afectadas por la medida anterior de reducción de ingresos. Lo mismo que ocurre con aquella, los países que ya cuenten con impuestos propios a esos sectores podrán mantenerlos. Esto regirá también para aquellos que los estén tramitando, como es el caso de España. Aunque existen grandes diferencias entre el tributo aprobado ahora por la Unión y el nacional. En este último caso, el Gobierno prevé gravar las ventas, no los beneficios, e incluir también a las compañías eléctricas, pese a que también se les retienen ingresos. 

Las empresas afectadas están en contra de estos gravámenes, pero piden que, al menos, estén armonizados.

Precio para las pymes

El Consejo de Energía acordó también que los Estados miembro pueden establecer temporalmente un precio para el suministro de electricidad a las pequeñas y medianas empresas para apoyar aún más a las PYME que luchan con los altos precios de la energía. Los estados miembros también acordaron que excepcional y temporalmente pueden fijar un precio por el suministro de electricidad que esté por debajo del costo.

Los países tendrán que hacer pruebas de resistencia en los gasoductos

La Comisión Europea ha pedido a los países de la Unión Europea que hagan pruebas de resistencia a las infraestructuras críticas para determinar si hay que protegerlas con nuevas medidas, tras las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2.

La comisaria de Energía, Kadri Simson, resaltó que se trata de «prepararse ante potenciales ataques».

Los socios comunitarios ya tenía intención de revaluar la protección de estas infraestructuras desde el año 2020, cuando aprobó una nueva normativa con este fin, pero ahora «la situación no tiene precedentes y excepcional», dijo la portavoz de Interior del Ejecutivo comunitario, Anitta Hipper, en la rueda de prensa diaria del jueves, por lo que la comisaria del ramo, Ylva Johansson pidió a los países que aceleren los trabajos.

El objetivo es examinar «la resiliencia de estas infraestructuras en relación a las amenazas a las que actualmente se enfrentan y que pueden tener un impacto sobre otros sectores del mercado único», señaló la portavoz.

La Comisión, no obstante, evitó dar un calendario concreto sobre cuándo pueden empezar estas pruebas de resistencia y en qué momento se podrían tener los resultados, ya que de momento la propuesta está en una fase inicial en la que la Comisión está pactando la metodología a seguir con los Estados miembros.

Antes de poder iniciar los test, hay que definir sobre qué tipo infraestructuras exactamente se quieren llevar a cabo y con qué recursos financieros y personales se realizarán, apuntaron a Efe fuentes comunitarias.

Cuatro fugas en el Nord Stream

Las cuatro fugas detectadas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 fueron provocadas por detonaciones equivalentes a «cientos de kilos» de explosivos, según una carta enviada por los gobiernos de Suecia y Dinamarca al Consejo de Seguridad de la ONU.

La misiva, difundida por medios daneses, destaca que entre el domingo y el martes pasados sus servicios sísmicos registraron explosiones con un valor de 2,3 y 2,1 en la escala de Richter en aguas del Báltico, cerca de la isla danesa de Bornholm.

Se han localizado dos fugas en cada tubería (ambas fuera de servicio), dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, que los gobiernos afectados han calificado de «sabotaje». El presidente ruso acusó de los ataques a los países anglosajones.