Liz Truss aborta su polémica rebaja fiscal a los ricos para evitar una crisis de Gobierno

JUAN FRANCISCO ALONSO LONDRES / E. LA VOZ

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La polémica iniciativa fue criticada por parte de los «tories»

03 oct 2022 . Actualizado a las 20:21 h.

En el cubo de la basura. Así terminaron los planes de la primera ministra británica Liz Truss de rebajar los impuestos a los más ricos del país. Con este giro en U, el primero que se ve obligada a dar desde llegó al poder hace casi un mes, la mandataria busca desactivar una eventual revuelta en las filas de su partido y de paso calmar a los mercados financieros, los cuales la semana pasada recibieron su polémica propuesta golpeando a la libra esterlina y llevándola a estar casi igual que el dólar estadounidense. El ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, a quien la premier este fin de semana atribuyó la autoría de la polémica idea de reducir el tramo más alto del impuesto sobre la renta, desde el 45 % actual hasta el 40 %, fue el encargado en anunciar el aborto de la misma este lunes.

«Está claro que la reducción de la tasa del 45 % se había convertido en una distracción en nuestra misión primordial de abordar los desafíos del país. Como consecuencia, no seguiremos adelante con la reducción. Lo hemos entendido. Lo hemos escuchado», afirmó el funcionario en un comunicado publicado en Twitter.

La marcha atrás se produjo 24 horas después de que Truss defendiera la idea en una entrevista con la BBC, bajo el argumento de que haría «más sencillo el sistema tributario». No obstante, en ese mismo diálogo admitió que su administración «no había preparado bien el terreno» para anunciar la medida.

¿Pequeñas turbulencias?

Horas después de tener que sepultar parte de su plan para relanzar la economía, Kwarteng se presentó en la conferencia del Partido Conservador, que estos días se celebra en la ciudad de Birmingham, para defender los restos de él. «Los conservadores creemos en el crecimiento, pero también en que la gente debe quedarse con el dinero que gana», dijo tras confirmar la eliminación del impuesto extraordinario para financiar la sanidad pública aprobado por Boris Johnson. El ministro admitió que la polémica rebaja a los más ricos no fue bien recibida por los mercados financieros y que generó «algunas pequeñas turbulencias».

La polémica iniciativa fue rechazada por sectores influyentes del Partido Conservador como los exministros Michael Gove y Grant Shapps, quienes consideraron que la misma no representaba los valores tories. Asimismo, la prensa londinense aseguraba que unos 70 diputados de la formación gobernante votarían, junto a la oposición, en contra de la iniciativa en el Parlamento. Pero si lo anterior no fuera suficiente, los medios aseguraban que al menos un diputado tory ya ha enviado una carta al todopoderoso Comité 1922 para solicitar que Truss sea sometida a una moción de no confianza (censura).

Y para rematar, la exministra de Cultura, Nadine Dorries, una de las escuderas de Johnson, instó a Truss a convocar elecciones generales anticipadas, por considerar que el mandataria se está alejando del programa electoral presentado por el partido en las generales del 2019. Una propuesta que aterra a buena parte de la formación, pues las encuestas afirman que la brecha con los laboristas ahora es de 25 puntos, según la última encuesta de SavantaComRes.