Aragonès desoye el desafío de Junts y renuncia a someterse a una cuestión de confianza

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent; la consejera de Igualdad, Tània Verge, y la de Presidencia, Laura Vilagrà, se dirigen a la reunión de trabajo este miércoles
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent; la consejera de Igualdad, Tània Verge, y la de Presidencia, Laura Vilagrà, se dirigen a la reunión de trabajo este miércoles Marta Perez | EFE

«El país no puede vivir en una inestabilidad permanente. Ahora es el momento de gobernar», justifica la portavoz del Ejecutivo catalán

13 oct 2022 . Actualizado a las 13:51 h.

El presidente Pere Aragonès «no se someterá a una cuestión de confianza» como le reclama Junts con el objetivo de saber con qué apoyos cuenta en el Parlamento catalán. Así lo reiteró ayer la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, en una comparecencia para dar cuenta de la reunión que mantuvo el Gobierno autonómico. En realidad el interés de su exsocio es poner a ERC frente al espejo, hacerle entender que tiene solo 33 diputados y que así no puede llegar muy lejos. En el fondo, Junts quiere darle a Esquerra un baño de realidad que le lleve a convocar elecciones porque anhela volver a recuperar la posición de primera fuerza del independentismo que le arrebataron los de Oriol Junqueras a los de Carles Puigdemont y Laura Borràs en las pasadas elecciones.

«El país no puede vivir en una inestabilidad permanente. Ahora es momento de gobernar, de tomar decisiones que mejoren el día a día» y de completar los proyectos del Ejecutivo, argumentó en la rueda de prensa Plaja tras la primera reunión de trabajo del nuevo Gobierno después de la salida de Junts. Y no es baladí que ese primer encuentro de trabajo se llevase a cabo en una jornada festiva en todo el Estado, el 12 de octubre, el día de la Hispanidad, para hacer ver que no va con Cataluña. El 12 de octubre «es una festividad no compartida» por el Gobierno catalán, explicitó su portavoz, de modo que esta fecha no condiciona su día a día.

En el encuentro no se adoptaron acuerdos, se intentó exhibir una imagen de unidad de todos los consejeros, una nueva etapa sin ruido. Todos los consejeros, según explicó la portavoz, «se conjuraron para iniciar esta etapa sin ruido» y cerrar filas alrededor de la resolución negociada del conflicto político. «No hay tiempo que perder», añadió.

En la reunión se habló «de manera general» de la cuentas públicas e intervino la nueva titular de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, pero poco trascendió de cómo piensan sacarlas adelante. Al preguntársele por la viabilidad de aprobar unos presupuestos para el 2023, teniendo en cuenta que Junts exige la cuestión de confianza, Plaja se limitó a pedir no avanzar escenarios y recordó que Aragonès ya fijó el martes el objetivo de aprobarlos, y que «se confía en que la oposición haga un ejercicio de responsabilidad».

Plaja insistió en que la prioridad es aprobarlos, «pero hay también la opción de la prórroga, y esto se ha puesto sobre la mesa», señaló recogiendo las palabras de Aragonès.

Por lo demás, Plaja reseñó que los nuevos consejeros han mostrado su apoyo al «acuerdo de claridad» para pactar un referendo de autodeterminación, siguiendo la llamada vía canadiense, propuesto por Aragonès al Gobierno central. El Ejecutivo catalán, dijo, seguirá trabajando para «resolver el conflicto político a través de la negociación».