Vietnam: la economía asiática que más crece

María Puerto Pekín

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LUONG THAI LINH | EFE

El menor coste de la mano de obra y las tensiones entre China y Estados Unidos han servido para que el país localice inversiones de multinacionales como Foxconn, Google o Microsoft

18 oct 2022 . Actualizado a las 09:13 h.

Vietnam puede convertirse este año en la economía del sudeste asiático que crece más rápido. La vuelta a la normalidad tras el levantamiento de las restricciones por el covid-19 ha impulsado un aumento de la producción y de las exportaciones, colocando al país en la senda del crecimiento. La inflación es moderada y el Gobierno ha lanzado un ambicioso programa de estímulos de 15.400 millones de dólares. Vietnam también ha sabido aprovecharse de las fricciones entre China y Estados Unidos para convertirse en un destino atractivo para la inversión extranjera y así potenciar su economía.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Vietnam crecerá un 7% en el 2022. El Banco Mundial incluso eleva esa previsión al 7,2 %. Los dos organismos han corregido al alza sus estimaciones de crecimiento para este país, mientras lo han reducido para las tradicionales economías punteras de Asia, como es el caso de China, la India o Japón.

Los vietnamitas todavía son más optimistas y su Oficina General de Estadísticas (OGE) asegura que finalizará el año con un crecimiento del PIB del 8%. Su previsión se basa en datos. En los primeros nueve meses, han registrado el mayor acelerón de los últimos 12 años ,y el PIB creció un 8,8 %. Las cifras del tercer trimestre consolidan la tendencia con un incremento de la economía del 13,67 % en relación al año anterior.

El informe de la OGE destaca que la producción y las actividades comerciales «han crecido con fuerza», superando incluso los tiempos prepandemia. Las manufacturas aumentaron un 10,69 % en los primeros tres trimestres del año, y la inversión extranjera directa un 16,3 % ,superando los 15.000 millones de dólares. Se prevé que la inflación se mantenga por debajo del 4 % en el 2022 y a lo largo del 2023.

Vietnam ofrece mano de obra barata en comparación a los costes de producción en China y tiene, además, una situación estable. Los enfrentamientos comerciales entre Pekín y Washington han enrarecido las relaciones y han añadido mucha presión a las empresas. En cambio, Hanoi ha sabido establecer sólidas relaciones con Washington.

Vietnam también se beneficia de la estricta política de covid cero que aplica China para luchar contra el coronavirus. Los continuos bloqueos y confinamientos de ciudades interrumpen las cadenas de producción y logística en el gigante asiático y muchas empresas han buscado destinos más estables para producir.

La fabricación de bienes de consumo, productos textiles y el negocio de las TIC se ha trasladado de China a Vietnam. Incluso son los productores chinos para marcas extranjeras los que deslocalizan sus cadenas de producción.

Empresas como la taiwanesa Foxconn, proveedor de las primeras marcas tecnológicas, ha invertido en nuevas fábricas en Vietnam. El país ya se ha convertido en el centro de producción de Apple más importante fuera de China. Google también ha anunciado que trasladará la mitad de la producción de sus teléfonos Píxel al país asiático y Microsoft ya fabrica algunos de sus Xbox.

A pesar del optimismo, Hanoi ha de tener en cuenta la coyuntura internacional. Su economía también se verá afectada en el futuro por el alto coste de la energía y de las materias primas. Las interrupciones de las cadenas de suministro provocadas por la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de China de mantener su política de covid cero impactarán inevitablemente en el crecimiento de Vietnam. Básicamente, porque el 55 % de sus importaciones de materias primas y accesorios provienen del gigante asiático.

El próximo ejercicio, las exportaciones de Vietnam también pueden verse afectadas por la caída de la demanda en el mercado estadounidense, europeo y también en el chino, que no consigue estimular el consumo.

Vietnam también tiene otros desafíos como es su tamaño: su fuerza laboral es pequeña y poco cualificada comparada con la china. Las infraestructuras, aunque se han desarrollado, son insuficientes y también deben mejorar.