Un primer diputado conservador abre la espita y pide públicamente la renuncia de Liz Truss
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El nuevo ministro de Economía solicita a la ciudadanía que mantenga la confianza en la primera ministra
16 oct 2022 . Actualizado a las 19:02 h.Era cuestión de tiempo que uno de los compañeros pidiera que la primera ministra Lis Truss dejara el cargo tras los vaivenes y las continuas críticas. Y ese momento llegó ayer de la mano del veterano diputado conservador Crispin Blunt. Él fue el primero en reclamar públicamente la renuncia de la primera ministra, Liz Truss, aunque la rebelión interna contra la mandataria implica a decenas de compañeros, según los medios británicos.
«Creo que se acabó el juego para ella. Ahora se trata de [decidir] cómo se gestiona su sucesión», dijo Blunt al canal Channel 4, abriendo la espita a que más compañeros den el mismo paso y se sumen a su propuesta.
El diputado dijo que «si hay una gran opinión dentro del grupo parlamentario de que debe haber un relevo, este se efectuará», aunque aseguró desconocer cómo o con qué mecanismo..
Según el diario The Guardian, dirigentes conservadores se reunirán este lunes para abordar una «misión de rescate» que implicaría la salida de Truss, después de que su nuevo ministro de Economía, Jeremy Hunt, haya echado por tierra la masiva bajada de impuestos que la primera ministra había convertido en el eje de su mandato.
Entre los nombres que ya suenan para sucederla están los del exministro de Economía Rishi Sunak, derrotado por Truss en las primarias conservadoras de este verano, y el titular de Defensa, Ben Wallace. Si finalmente deja Downing Street, los conservadores habrán tenido cinco primeros ministros en solo seis años, tras David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y la propia Truss.
De momento, Liz Truss se reunió este domingo con Jeremy Hunt, nombrado el pasado viernes para reemplazar a Kwasi Kwarteng, para preparar la estrategia del Gobierno, que se enfrenta a una creciente rebelión en las filas del Partido Conservador. Hunt ha pedido a la ciudadanía que mantenga la confianza en la primera ministra, aunque ya ha dejado caer que el Gobierno británico dará un giro a las promesas económicas de campaña tras las duras críticas a los planes de recortes fiscales anunciados por el Ejecutivo.