Johnson maniobra para su regreso, mientras Sunak guarda silencio

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Penny Mordaunt es la única candidata que ha oficializado su candidatura.
Penny Mordaunt es la única candidata que ha oficializado su candidatura. ContactoTejas Sand | EUROPAPRESS

Penny Mordaunt, la primera en postularse como sucesora de Liz Truss

22 oct 2022 . Actualizado a las 09:10 h.

«Nunca segundas partes fueron buenas». Un amplio sector de los conservadores británicos y sobre todo de los votantes tienen claro este refrán y, por ello, el hipotético regreso del ex primer ministro Boris Johnson al número 10 de Downing Street desagrada e incluso aterra a más de uno. Mientras el que parece será su máximo rival, el exministro de Economía Rishi Sunak guarda silencio.

«Piénselo bien (…) hay una razón por la que [Johnson] dejó su cargo». Este fue el mensaje que el exministro del brexit David Frost lanzó este viernes desde la BBC a sus colegas diputados, quienes tienen hasta el lunes para decidir a qué candidato respaldan e iniciar así el proceso para elegir al sucesor de la dimisionaria Liz Truss.

Frost se refería al Partygate, el escándalo de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento por el covid-19. De este asunto no se ha vuelto a hablar después de la dimisión de Johnson, a finales de junio, pero aún no está cerrado. El Comité de Estándares de la Cámara de los Comunes tiene abierta una investigación para determinar si el expremier mintió al Parlamento cuando negó que con las fiestas en la residencia oficial se hubiera violado alguna norma, algo que si ocurrió, como demuestra la multa que le impuso la Policía. 

Si se da el caso de ser reelegido, un eventual fallo en contra de Boris Johnson abriría las puertas a su suspensión e incluso a su destitución como diputado, con lo que se vería forzado a dejar la jefatura del Gobierno.

Tampoco los ciudadanos ven con buenos ojos un posible regreso del controvertido expremier. Según una encuesta de YouGov publicada este vienres, al 52 % de los ciudadanos les «disgusta» un eventual retorno de Johnson a la primera línea de la política británica.

Los fieles al ex primer ministro hacen caso omiso a los riesgos que conlleva su opción. Así los ministros de Defensa y de Comercio, Ben Wallace y Jacob Rees-Moggs, respectivamente, ya anunciaron que respaldarán a su otrora jefe. Este último, incluso tuiteó un mensaje en tono amenazante: «Boris o el fracaso».

Hay tories que optan por la vuelta de Johnson, porque creen que esto cerrará las puertas a un adelanto electoral o al menos les daría un líder más atractivo para enfrentar la dura contienda en las urnas que les pronostican las encuestas. El sondeo más reciente, de la firma People Polling, da a los laboristas una contundente victoria por nada menos que 39 puntos de ventaja

El expremier sigue siendo bastante popular entre las bases conservadoras. No obstante, la oposición ya advirtió que un segundo período de Johnson no hará más que reforzar sus demandas de convocar elecciones. 

Hasta anoche 42 diputados conservadores habían dado su apoyo públicamente a Johnson, 82 optaban por Rishi Sunak (entre ellos el exministro de Salud Sajid Javid) y 20, por la portavoz conservadora en los Comunes, Penny Mordaunt, la única que hasta ahora ha oficializado su intención de competir por las llaves de Downing Street.

A diferencia de las pasadas primarias, en las que Truss fue elegida, el actual proceso será más corto. El lunes se conocerá al candidato o candidatos que tienen el apoyo de 100 de los 357 legisladores tories. En el supuesto de que solo haya uno, este será automáticamente nuevo líder del partido y nuevo primer ministro. De haber tres (el tope, dado el aval mínimo fijado), entonces los diputados celebrarán votaciones hasta reducirlos a dos, que deberán medirse en un debate televisado. Los cerca de 160.000 afiliados podrán votar por el aspirante de su predilección, pero solo por Internet. El ganador se dará a conocer el lunes día 28.

Pensión de Truss

Pero mientras los «tories deshojan la margarita para ver a quién colocarán al frente del Gobierno, el líder laborista, Keir Starmer, reclamó de la dimisionaria Liz Truss que no cobre la pensión otorgada los ex primeros ministros.

¿La razón? «No se ha ganado ese derecho», dijo. La primera ministra saliente podría recibir 115.000 libras anuales (131.000 euros) por sus 45 días de mandato.