Bruselas propone vigilar más las armas de fuego legales de uso civil

La Voz BRUSELAS/EFE

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Imagen de archivo de un hombre utilizando un Kalashnikov.
Imagen de archivo de un hombre utilizando un Kalashnikov. Sáshenka Gutiérrez | EFE

La Comisión Europea considera que unos 35 millones de armas de fuego ilegales están en manos de civiles en la UE

27 oct 2022 . Actualizado a las 18:46 h.

La Comisión Europea (CE) propuso este jueves mayores controles de las armas de fuego legales de uso civil para evitar que caigan en el mercado negro, o que se utilicen sus componentes para crear armamento más peligroso, pero sin lastrar su comercio ni imponer más carga burocrática a sus usuarios legítimos, como deportistas o cazadores.

«La propuesta de hoy trata de hacer más seguras nuestras calles. Creo que la violencia con armas de fuego por parte de los grupos criminales organizados y las pandillas está aumentando en toda la Unión y las opciones que tienen esas pandillas para conseguir armas están en aumento», alertó la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, durante la presentación de la iniciativa.

Johansson consideró «urgente» abordar este asunto y, aunque lamentó la «ausencia de cifras adecuadas» por lo que respecta al seguimiento de armas ilícitas, sí que apuntó que unos 35 millones de armas de fuego ilegales están en manos de civiles en la UE, mientras que unas 630.000 armas de fuego figuran como «robadas o perdidas» en el Sistema de Información de Schengen.

La Comisión propuso, por tanto, actualizar las normas existentes sobre importación, exportación y tránsito de armas de fuego de uso civil en la UE. Las nuevas normas prevén facilitar el comercio legal de armas de fuego para uso civil y reducir la carga administrativa de los fabricantes, comerciantes y usuarios, a la vez que aumentar la seguridad, abordar el tráfico ilegal y realizar controles coordinados y evaluaciones de riesgo para mejorar su rastreo.

En concreto, Bruselas propone unos procedimientos «claros y comunes» para la importación, la exportación y el tránsito de armas de fuego de uso civil, sus componentes esenciales, las municiones y las armas de alarma y señalización. La propuesta también contempla procedimientos simplificados de importación y exportación para cazadores, tiradores deportivos y expositores, y en particular no se exigirá una autorización previa de importación o exportación a los cazadores con la tarjeta europea de armas de fuego.

Y un nuevo sistema de licencias electrónicas de la UE permitirá asimismo a los fabricantes y comerciantes de armas de fuego solicitar la autorización de importación y exportación, en sustitución de los diversos sistemas nacionales, en su mayoría en papel.

Al mismo tiempo, la CE defiende unas «estrictas» normas técnicas para las armas de alarma y señal —dispositivos fabricados para poder disparar únicamente munición de fogueo, gas lacrimógeno o irritante—, lo que ayudará a evitar que se conviertan en «armas de fuego letales».

La Comisión también establecerá una lista de armas de alarma y señalización no convertibles —las que no pueden convertirse para expulsar un disparo, bala o proyectil— y pedirá normas más estrictas para los componentes semiacabados de las armas de fuego para evitar la fabricación casera de armas más peligrosas.

Por otra parte, Bruselas solicitará un certificado de «usuario final» para las armas de fuego más peligrosas, el cual declarará que el comprador es el destinatario final de la mercancía y que no tiene previsto transferirla a otra persona, lo que reducirá la posibilidad de que acaben en el mercado negro.

Unos controles estrictos de las denegaciones de autorizaciones de importación o exportación también se contemplan, de manera que las autoridades nacionales tendrán que comprobar si a alguien que solicita una autorización ya se le ha denegado una en otro Estado miembro.

El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE (los Estados miembros) deberán a continuación examinar esta propuesta, que se anunció en el 2020. La Comisión recordó asimismo que la guerra de Rusia en Ucrania «aumenta el potencial de proliferación de armas de fuego», y se mostró convencida de que, a medio plazo, las nuevas normas «ayudarán a reducir el riesgo de elusión de embargos en el caso de las exportaciones de armas de fuego para uso civil» y a «aumentar los controles de la importación de este tipo de armas» desde países terceros.

Johansson apuntó que están desarrollando con Ucrania un plan de acción contra el tráfico de armas de fuego, un asunto que aseguró que «preocupa mucho» en Bruselas. Dejó claro que los militares ucranianos están utilizando las armas que les da Europa «de forma correcta», pero afirmó que «también sabemos que la guerra es un desastre para la gente pero una oportunidad para los criminales, y tenemos que estar preparados para ello», concluyó.