Husni Abdel Wahed embajador palestino en España: «En Palestina no hay un solo día sin muertes, pero esto pasa desapercibido»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

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Husni Abdel Wahed, embajador palestino en España.
Husni Abdel Wahed, embajador palestino en España. XOAN A. SOLER

El diplomático confía en que la UE se involucre más en el conflicto con Israel

01 nov 2022 . Actualizado a las 12:20 h.

Husni Abdel Wahed, actual embajador de la Autoridad Nacional Palestina en España, visitó Santiago para participar en la inauguración del Festival de Cine Internacional Euroárabe Amal. En plena cuenta atrás para las elecciones parlamentarias en Israel, Wahed no confía en que el resultado mejore la situación de Palestina pero sí da por hecho que Europa y España reforzarán lazos con su país.

—¿Qué percepción tiene de España con la causa palestina?

—Hay que recordar los nexos históricos que unen a nuestros países y a nuestros pueblos desde tiempos remotos. Y también está la sensibilidad del pueblo español hacia la justicia y la libertad. Es un pueblo solidario y generoso que siempre se ha interesado por lo que ocurre en Palestina. Y no hay que olvidar que en 1991 comenzó en Madrid el único proceso de negociaciones que obtuvo un resultado concreto, aunque, lamentablemente, Israel lo ha vaciado y se estancó.

—Pero falta el reconocimiento oficial del Estado...

—Efectivamente, casi la totalidad del pueblo español está a favor de un reconocimiento. Sienten simpatía por las reivindicaciones de nuestro pueblo, que corresponden a los mismos valores que todos los seres humanos anhelan y defienden: justicia, libertad, paz, independencia. En cierta forma este reconocimiento ya está consagrado con una representación diplomática de Palestina. En estas condiciones me encuentro aquí, con todos los privilegios e inmunidades que tiene cualquier misión diplomática. Según nos dicen nuestros amigos españoles, se espera el momento propicio para este reconocimiento.

—¿Cómo valora el papel de España y la UE? ¿Hacen lo suficiente?

—Están haciendo mucho, pero pueden hacer más. Invitamos a Madrid a ejercer su capacidad de liderazgo. Creemos que España está llamada a desempeñar un rol distinto, especialmente durante su presidencia de la Unión Europea el próximo año. Estamos conversando para que la causa palestina sea un tema central de la agenda de la UE.

—La situación de Palestina también marca la vida de Israel, que está en pleno proceso electoral. ¿Es posible que de las urnas propicien un cambio en la gestión del conflicto??

—Absolutamente no. Palestina está en el centro de la política israelí y los diferentes partidos que se presentan compiten por ver quien tiene posiciones más extremas. La escalada de los últimos meses es parte de la campaña electoral. Lamentablemente, el mundo tiene puestos los ojos en Ucrania e Israel aprovecha esta situación. No pasa un solo día sin muertes en Palestina, pero esto pasa desapercibido. En la composición parlamentaria actual, la anterior y la que vendrá, hay mucho fundamentalismo. En Europa, cuando se habla en estos términos, se piensa en otro tipo de fundamentalismo, pero en Israel gobierna y predomina el judío.

—¿Y cual sería el camino a seguir?

—Lo que hoy se plantea sería una solución de dos Estados, que yo siempre insisto en que es un concepto engañoso porque ponen en igualdad de condiciones a las dos partes como si existieran dos Estados. Esto no es así, porque Israel lo es desde hace 74 años y lo que falta es el Estado de Palestina. Ahora se está imponiendo la llamada solución de un Estado donde hay dos regímenes, uno a favor de los judíos, con democracia y derechos para los judíos, mientras que para los palestinos hay discriminación y apartheid. Organismos de derechos humanos reconocidos internacionalmente han calificado la política israelí como de apartheid, pero, lamentablemente, los países europeos y Estados Unidos no quieren verlo.

—Habla usted de Ucrania. ¿Es la causa palestina una causa de segunda, o de tercera?

—Israel es un proyecto de las grandes potencias para mantener el dominio colonial en nuestra región. Es su proyecto, y lo blindan a costa del pueblo palestino. Mientras tanto, en Israel se están promoviendo leyes para perseguir a aquellos que podrían cuestionar su política. Están creando un monstruo y una casta de intocables. No es que la causa palestina sea de segunda, es de primera, pero a favor de Israel y costa de Palestina.

—¿Y cómo viven allí la situación?

—En estos momentos, las ciudades de Yenin y Nablus, en Cisjordania, están totalmente cerradas. A esto se suma que la franja de Gaza está bloqueada desde hace 15 años. Gaza mide 360 kilómetros y tiene más de dos millones de habitantes. En el año 2015 organismos de Naciones Unidas anunciaban que para el 2020 no sería apta para la vida humana, y no lo es. El pueblo palestino resiste para sobrevivir.

«La guerra beneficia a pocos. Es hora de que la humanidad recupere su humanidad»

Wahed está convencido de que «la ocupación y el colonialismo son políticas del pasado que aún persisten en lugares como en Palestina, pero tenemos la certeza de que nuestro pueblo va a recuperar sus derechos nacionales legítimos». Apoyado en que la historia siempre avanza pero nunca de forma recta, afirma que «es cuestión de tiempo» que «las prioridades de la agenda política internacional cambien» y, en algún momento, «favorezcan» a Palestina.

—¿Cómo cree que puede evolucionar la situación en la zona?

Hay que resaltar que la paz es de interés de todos y beneficia a todos. La guerra beneficia a pocos y daña a todos. Y creemos que va a llegar la paz, una paz justa y aceptable, un paz que se base en la igualdad y la convivencia, sin imposiciones de unos sobre otros. Es hora de que la humanidad recupere su humanidad

—En ocasiones, un acontecimiento marca un cambio. Está pasando en Irán con la muerte de la joven Masha Amini. ¿Por qué no ocurrió lo mismo con la periodista palestina Shireen Abu Akleh?

—Se supone que en casos similares se aplica el mismo criterio, pero cuando se trata de Palestina e Israel esto cambia. Mientras en algunos casos se toman medidas muy drásticas en contra de algunos países, Israel comete los mismos crímenes y siempre se sale con la suya. Incluso habiendo asumido su responsabilidad en el asesinato de Abu Akleh ningún país ha tomado ni una sola medida. Pero cuando Rusia ataca Ucrania las sanciones son concretas e inmediatas.

—¿Cree que hay un componente racista por el trato desigual con Ucrania y sus refugiados?

—Con Palestina hay una doble moral que puede estar motivada por racismo, desconocimiento, ignorancia o intereses, pero el hecho en sí es que el tema palestino siempre ha estado postergado por los grandes actores, que han favorecido a Israel desde su creación en tierra palestina por decisión de los mismos que hoy lo protegen. Todo en el planeta es cuestionable y discutible con la excepción de Israel. Todo lo resumen como antisemitismo, con un uso antojadizo de la palabra. Pero hay muchas personas que comparten con nosotros que este no es un tema ni étnico, ni religioso ni histórico, es un caso de ocupación y explotación de una región y de su pueblo.