Arranca oficialmente el traspaso de poder de Bolsonaro al equipo de Lula

HÉCTOR ESTEPA RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

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Seguidores de Bolsonaro, concentrados el jueves ante el cuartel general en Brasilia.
Seguidores de Bolsonaro, concentrados el jueves ante el cuartel general en Brasilia. DIEGO VARA | REUTERS

La victoria de Da Silva en las elecciones ha sido bien recibida por los mercados. El real brasileño se revalorizó casi un 5 % con respecto al dólar estadounidense

04 nov 2022 . Actualizado a las 23:35 h.

La transición de poder comenzó oficialmente en Brasil durante la madrugada del viernes, cuando el nombre del futuro vicepresidente, el centroderechista Geraldo Alckmin, apareció publicado en el Diario Oficial de la Unión como Cargo Especial de Transición Gubernamental, tras ser designado por el izquierdista Lula da Silva como su hombre fuerte en el proceso de traspaso de poderes, que culminará el próximo 1 de enero, cuando el exsindicalista jure como nuevo líder del gigante sudamericano.

Fue Ciro Nogueira, jefe de Gabinete del presidente saliente, Jair Bolsonaro, quien confirmó el nombramiento de Alckmin en la gaceta oficial, después de cinco días de manifestaciones, con los seguidores del político ultraderechista pidiendo en las calles una intervención militar contra la victoria de Lula en las urnas.

Miles se concentraron en la jornada del miércoles en sedes del Ejército a lo largo del país, especialmente en Río de Janeiro, y otros bloquearon durante la semana algunas de las principales vías de Brasil. Esas manifestaciones perdieron fuerza el jueves y prácticamente desaparecieron el viernes, cuando el cuerpo de policía de carreteras afirmó que ya no había autopistas bloqueadas, después de haber levantado hasta 936 protestas en las vías del país.

Ayer se registraron apenas 24 manifestaciones en las que se produjo el cierre de algún carril, pero no de la carretera completa. Las protestas produjeron la pérdida de unos 500.000 litros de leche diarios y problemas en varios hospitales. El jueves se conoció el caso de un paciente en São Paulo que no pudo ser operado de un trasplante de corazón debido a los bloqueos.

Bolsonaro habló por primera vez el pasado martes, reconociendo solo de forma tácita su derrota, sin felicitar directamente a Lula, pidiendo que no se replicasen las formas de protesta «de la izquierda» pero asegurando comprender las manifestaciones como muestra de «indignación» ante «injusticias» sobre «cómo se dio el proceso electoral».

En la noche del miércoles publicó un vídeo en el que pedía expresamente el fin de las manifestaciones en las carreteras, aunque legitimó el resto de las marchas como «parte del juego democrático». Bolsonaro recibió a Alckmin en el Palacio de Planalto, antes de la publicación en la gaceta oficial, paso fundamental en la transición. 

Reconocimiento a Lula

La victoria de Lula en las elecciones ha sido bien recibida por los mercados. El real brasileño se revalorizó casi un 5 % con respecto al dólar estadounidense esta semana, llegando a ser el lunes de la resaca electoral la divisa que más valor ganó en todo el mundo. Además, el Ibovespa, principal índice bursátil del país, creció un 1,53 % en los últimos cinco días.

El nombre de Henrique Meirelles, ex ministro de Hacienda de Michel Temer (2016-2019) se ha filtrado como aspirante a reeditar el cargo, siendo un hombre bien valorado por los mercados, aunque él mismo dijo hace un par de días que no le había llegado invitación alguna. También se especula que Alckmin podría tener influencia a la hora de escoger al futuro líder de esa cartera.

Uno de los movimientos ya iniciados por el futuro presidente es el de intentar garantizar el apoyo en el Congreso, de mayoría conservadora, a una modificación constitucional que permita ampliar puntualmente el techo de gasto, introducido durante el Gobierno de Temer, para poder continuar pagando el subsidio de 600 reales a las personas más pobres establecido por el Gobierno de Bolsonaro, tras lograr una modificación similar. 

Legisladores conservadores citados por los medios locales apuntaban a que Lula conseguirá ese objetivo sin mayor objeción, al haber prometido también Bolsonaro en campaña la continuidad de dicha ayuda.