Yolanda Díaz se muestra dispuesta a dar un paso adelante «de manera colectiva y feminista»

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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La ministra de Trabajo marca distancias con Pablo Iglesias: «Sumar no es el complemento de nadie»

09 nov 2022 . Actualizado a las 07:34 h.

Yolanda Díaz tenía este martes una cita en Pamplona, la ciudad de Ione Belarra, a la que llegaba con la gira de su plataforma Sumar y su «proceso de escucha». Aterrizaba en plena polémica por los ataques que le dedicó Pablo Iglesias el domingo y se esperaba una respuesta al exlíder de Podemos después de su escueta réplica de la noche del lunes, cuando Díaz regateó a la prensa con una sola frase: «Estoy dejándome la piel por mi país y sigo trabajando». La ministra de Trabajo se mantuvo fiel a su estrategia de no entrar en el cuerpo a cuerpo con Podemos, aunque dejó dos mensajes rotundos. Está dispuesta a dar «un paso adelante, pero eso sí, de manera colectiva y feminista», en lo que se interpreta como una voluntad clara de marcar distancias con el hiperliderazgo masculino y personalista de Pablo Iglesias. Y quiere dirigir su plataforma con total autonomía respecto a las siglas existentes. «Sumar no es el complemento de nadie», aclaró en un recado nítido al núcleo duro de la cúpula morada.

Sin mencionar en ningún momento al presentador de La Base, la vicepresidenta insistió este martes en Pamplona en su fórmula de superar la política partidaria, propuesta que Iglesias calificó el domingo de «reaccionaria». «En Sumar cabe todo el mundo, no le pedimos carné a nadie, pueden estar personas que proceden de distintas realidades partidarias, de distintos sindicatos, colegios profesionales, oenegés, porque esto es lo que está generando esperanza en nuestro país», recetó Díaz.

Mientras se libra el pulso entre la cúpula de Podemos y el proyecto que aspira a liderar la vicepresidenta segunda, los distintos sectores del espacio ideológico a la izquierda del PSOE se van posicionando. Una de las voces con más peso en Izquierda Unida, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, salió este lunes a escena para subrayar la diferencia que, a su juicio, existe entre la perspectiva de Pablo Iglesias y el sentir mayoritario de la militancia de Podemos. Santiago recalcó en los micrófonos de RNE que cree que los inscritos de la formación morada no quieren distanciarse de Yolanda Díaz. Sobre las palabras de Iglesias en el foro anual de Podemos, el secretario general del PCE disparó con finura, pero con bala: «Cada uno queda clarísimamente retratado en las cosas que dice en cada momento y en el contexto en el que las dice». 

Sábanas en el balcón

También buscó su hueco en la melé el ecologista Juantxo López Uralde, coordinador de Alianza Verde y diputado de Unidas Podemos. Uralde tenía peticiones para los dos bandos y las expuso en Onda Vasca. A Yolanda Díaz, le reclamó que desvele cuanto antes «cuáles son las normas del juego» de su plataforma para que luego todas las confluencias de la izquierda estudien «si se pueden colocar las piezas». A la trinchera de Pablo Iglesias, le solicitó sosiego para «hablar a la interna» estas cuestiones. «No podemos estar sacudiendo nuestras sábanas en el balcón todo el día», ilustró Uralde.

Aunque en público se mantiene la discreción y se califica esta pugna de «asuntos internos de otros partidos», la preocupación crece en el PSOE. A pesar de la teoría de la conspiración esgrimida por Pablo Iglesias, según la cual la «progresía mediática» se ha confabulado para que Podemos se hunda en las municipales y las autonómicas de mayo con el objetivo de que Yolanda Díaz tenga entonces las manos libres para lanzar su plataforma de cara a las generales de finales del 2023, en la Moncloa y Ferraz tienen claro que necesitan que los morados mantengan un suelo electoral mínimo para repetir el Gobierno de coalición.

En cuanto a las presiones desde Podemos para que la ministra de Trabajo aclare «cuanto antes» si va a ser candidata y cuál es su propuesta ideológica, los ritmos de Díaz parecen ir por otra vía menos presurosa. Sumar mantiene por ahora la previsión de presentar su proyecto en enero o febrero del próximo año, cuando concluya, por un lado, la gira por España en la que la vicepresidenta desarrolla su «proceso de escucha» a la sociedad civil, y, por otra parte, el trabajo de los treinta grupos integrados por un total de mil de expertos que están elaborando «un proyecto de país para la próxima década». Este martes, en Navarra, la ministra de Trabajo reivindicó esta iniciativa y su velocidad tranquila. «Hay que hacerlo con paciencia, con calma, con lentitud», defendió. Todo para distanciarse, explicó, de la «pequeña política» y del ruido que la rodea.

La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pese a que el partido se jugaba esta tarde en su Pamplona natal, no compareció en el auditorio.