Trump empieza a ser cuestionado por los republicanos tras el resultado electoral

Miguel Palacio Wert NUEVA YORK / E. LA VOZ

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trump noche electoral RICARDO ARDUENGO | REUTERS

Le culpan de la pérdida de escaños por apostar por candidatos poco válidos, mientras los medios conservadores apuestan por el gobernador DeSantis

11 nov 2022 . Actualizado a las 09:15 h.

La resaca electoral ha caído sobre el Partido Republicano como un jarro de agua fría. Los decepcionantes resultados en las urnas —ni rastro de la ola roja de la que presumía antes de los comicios— han puesto patas arriba el liderazgo de la formación estadounidense. Los conservadores planteaban estas elecciones como un plebiscito sobre la presidencia de Joe Biden y han terminado encontrándose con una enmienda a la totalidad de su propuesta política. Una propuesta que se basaba en un pacto implícito entre los barones del partido y Donald Trump: mientras siguiera captando votos para el partido, no cuestionarían su heterodoxia.

Tras unos resultados electorales que no les permiten impugnar la presidencia de Biden, y que previsiblemente tampoco les servirán para complicarla todo lo que les gustaría, los líderes republicanos han empezado a hacerse preguntas. En el punto de mira se encuentran los candidatos apoyados por Trump y el propio futuro de Trump al frente del partido.

En declaraciones al diario The Washington Post, un diputado republicano hablaba así de Bo Hines, una de las apuestas personales del expresidente que aspiraba al escaño del Congreso por Carolina del Norte: «Era un candidato horrible [...] que se presentó por un distrito en el que no vivía. Tenemos que agradecérselo al presidente Trump». 

El lunes en Ohio, Donald Trump dejó caer que podría anunciar su candidatura a las elecciones del 2024 el próximo martes. De momento, ya ha recibido presiones por parte de su partido para que espere. Hasta cinco asesores del expresidente le habrían aconsejado retrasar la fecha del anuncio de su candidatura, según el Post. Trump desde su mansión de Mar-a-Lago, no se amedrentó. «Hemos tenido éxito», dijo. «¿Por qué cambiarla?».

Su círculo le pide que espere a los resultados en Arizona y Nevada, que pueden decidir el control del Senado (donde hay un empate a 48 escaños, a falta de tres estados), y asociar su anuncio a una posible victoria. O, si persiste el empate, al 6 de diciembre, día en que su candidato, Herschel Walker, se enfrenta al demócrata Raphael G. Warnock, por el escaño de Georgia.

Apuesta por DeSantis

El apoyo de los republicanos parece estar pivotando en dirección al reelecto gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Dos medios propiedad del magnate conservador Rupert Murdoch, Fox News y New York Post, celebraron la victoria de DeSantis. El rotativo incluso abría su portada con una foto del gran vencedor de la noche electoral y el titular «DeFuture», un juego de palabras para unir al gobernador con el futuro del partido. 

Donald Trump no es, sin embargo, el único afectado por la guerra incipiente que tiene lugar en el seno del Partido Republicano. Kevin MCarthy podría terminar siendo otra de las víctimas. Su locuaz predicción preelectoral de una abultada victoria republicana puede costarle el cargo de nuevo presidente de la Cámara de Representantes en sustitución de la demócrata Nancy Pelosi. En el partido comienzan a dudar de su capacidad para liderar con éxito a los conservadores en el Congreso y ya comienza a sonar otros candidatos.

¿Y las bases? Hasta el mismo día de la votación, Trump gozaba del apoyo de las bases del partido. De acuerdo con un sondeo a pie de urna de la CNN, algo más de un 94 % de los votantes republicanos el martes tenían una visión favorable de Trump. En Florida, un 93 % de los encuestados apoyaban a Ron DeSantis como candidato a las presidenciales, mientras que el porcentaje subía al 98 % cuando la misma pregunta se refería a Trump. De mantenerse, este apoyo el magnate neoyorquino podría seguir siendo atractivo.