El triunfo demócrata en Nevada blinda a Biden en el Senado dos años más

Miguel Palacio NUEVA YORK/E. LA VOZ

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KEVIN LAMARQUE | REUTERS

La segunda vuelta del próximo 6 de diciembre en Georgia solo decidirá si la formación demócrata amplía su ventaja, una vez asegurada su mayoría

14 nov 2022 . Actualizado a las 09:08 h.

Con el escaño senatorial de Cortez-Masto en Nevada, los demócratas se han asegurado el control de la Cámara Alta. Si la segunda vuelta de diciembre en Georgia terminase con una victoria demócrata, la mayoría del partido de Joe Biden en el Senado no requeriría del voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. De momento, la victoria senatorial de los demócratas viene con regalías. No habrá bloqueo conservador a la investigación sobre los vínculos de Donald Trump con el asalto al Capitolio del 6 de enero del 2021. Además, los republicanos pierden la capacidad de incidir en una de sus principales líneas de ataque contra Biden: los negocios de su hijo Hunter. Así, el triunfo demócrata en Nevada blinda a Joe Biden dos años más en el Senado.

El partido del presidente también conservará una de las prerrogativas que más dolores de cabeza le ha ocasionado a los demócratas en los últimos tiempos, la capacidad de confirmar a los jueces propuestos al Tribunal Supremo. Desde el Partido Demócrata reconocen la importancia que tuvo un estado en particular en sus posibilidades de mantener el control del Senado: Pensilvania. En declaraciones a la CNN, el estratega demócrata Mike Mikus decía que la victoria de John Fetterman en Pensilvania «hizo la mayoría republicana prácticamente imposible; ha sido nuestro muro». El de Fetterman ha sido el único asiento del Senado que ha cambiado de partido en estas elecciones legislativas.

En la Cámara de Representantes aún quedan 20 escaños por repartir. El recuento avanza en Alaska, California, Arizona, Colorado, Maine, Oregón y Nueva York. Los republicanos encaran el final del recuento con optimismo para hacerse con el control del Congreso; tienen una ventaja de 9 escaños con un total de 211, a solo 7 de la mayoría necesaria de 218. Aún así, los demócratas todavía tienen una posibilidad mínima. De acuerdo con el modelo de The Washington Post, los progresistas tienen ventaja en 8 de las carreras aún por cerrar, lo que, sumado a los 203 escaños confirmados a estas alturas, les dejaría a 7 escaños de hacerse con la Cámara de Representantes. No es imposible, aunque las posibilidades apuntan a que la Cámara Baja tendrá mayoría republicana hasta el 2024.

Con todo, de cumplirse los pronósticos de un control republicano en la Cámara de Representantes, la influencia de los conservadores sería limitada. La escasa diferencia entre escaños abriría un nuevo ciclo político en el que el más mínimo apoyo republicano a cualquier legislación demócrata podría servir para garantizar su aprobación en la Cámara Baja.