Colombia y el ELN vuelven a sentarse, cuatro años después, para negociar un acuerdo de paz

Héctor Estepa SAO PAULO / E. LA VOZ

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El presidente de Colombia, Gustavo Petro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro Mauricio Dueñas Castañeda | EFE

La mesa de diálogo se retoma en Venezuela, que juega un papel fundamental en las conversaciones entre el Gobierno de Petro y la guerrilla

21 nov 2022 . Actualizado a las 21:19 h.

Hace cuatro años, el entonces presidente colombiano, el conservador Iván Duque, suspendió las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) la mayor y más antigua guerrilla del país, después de que las FARC dejasen las armas dos años antes.

Los diálogos se detuvieron abruptamente a las pocas horas de que el grupo subversivo detonara una bomba en la mayor academia de policía del país, situada en Bogotá, que dejó 22 muertos y más de seis decenas de heridos.

La llegada al poder, en agosto, del izquierdista Gustavo Petro desbloqueó la situación. Este lunes fue inaugurada en Caracas la mesa de diálogo entre la guerrilla y el Gobierno, con ambas partes inclinadas a que esta vez, tras medio siglo, las negociaciones, que no serán fáciles, tengan éxito.

«Hay que ser capaces de perdonarnos con todas las personas que habitan en este territorio. La reconciliación de la sociedad es la que puede finalizar la guerra perpetua e iniciar una era de paz en Colombia», señaló el presidente del país cafetero la pasada semana.

Petro ha apostado buena parte del capital político de su presidencia a una complicada «paz total» con todos los grupos armados que existen en Colombia y que se mueven en torno a las economías ilegales.

El presidente sorprendió esta semana, al proponer que formase parte del equipo negociador del Gobierno el empresario José Félix Lafaurie, líder del gremio de ganaderos, uno de los máximos enemigos de la guerrilla, y también destacado opositor, siendo su esposa, María Fernanda Cabal, líder de uno de los sectores más conservadores del uribismo. El ganadero, que ya había acordado con Petro venderle al Estado tres millones de hectáreas de tierra para avanzar en la reforma agraria, aceptó el reto.

«Yo soy un dirigente gremial que me debo al sector ganadero, y mi obligación es seguirle cumpliendo al sector», señaló Lafaurie, que viajó a Caracas acompañado de líderes de izquierda en una escena impensable hace unos meses.

Los dos principales comandantes del ELN, alias Antonio García y alias Pablo Beltrán, son las caras más destacadas del equipo de la guerrilla.

La difusa cadena de mando del grupo subversivo y la diversidad de opiniones en su seno son algunos de los principales retos de unos diálogos en los que Venezuela tiene un papel fundamental. Parte importante de los elenos operan, desde hace años, en el país vecino a Colombia. Ambos Estados tienen interés en que las negociaciones fructifiquen y el Gobierno venezolano espera también que ayuden en su estrategia de legitimarse tras el cambio en el contexto internacional.