Feijoo descarta la moción: «La próxima vez que nos veamos en el Congreso será en mi sesión de investidura»

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente del PP acusa a Sánchez de dirigir «un Gobierno en llamas» y el jefe del Ejecutivo cuestiona el liderazgo de Feijoo al frente de la formación conservadora

23 nov 2022 . Actualizado a las 11:45 h.

La sesión de control al Gobierno en el Senado brindó este martes un rudo —aunque breve— intercambio de golpes entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición. En plena resaca por la reforma del delito de sedición y las consecuencias de la llamada ley del solo sí es sí, Alberto Núñez Feijoo aprovechó la sesión para hacer una enmienda a la totalidad a la gestión de Pedro Sánchez desde su llegada a la Moncloa en el 2018. A su envite, respondió el presidente del Gobierno cuestionando abiertamente el liderazgo del presidente del PP al frente de la formación conservadora y acusándolo de seguir los dictados de la prensa afín. Fueron apenas 17 minutos, pero bastaron para poner sobre la mesa el abismo que separa hoy en día a los dos principales partidos y que los pactos de Estado en materias como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional están a muchos años luz de la carrera de San Jerónimo.

Del objetivo teórico de la sesión —que el Gobierno dé respuesta a las preguntas de la oposición— no hubo noticia. El líder del PP desgranó la pregunta registrada ante la Cámara Alta en cuatro interrogantes que Sánchez regateó desde su escaño sin mayores remilgos.

Arrancó Feijoo con un minucioso repaso a las noticias de los últimos quince días, entre las que destacó que miembros del Gobierno hayan llamado «fachas» a los jueces por aplicar las leyes que salen del propio Consejo de Ministros. «Lo peor es que usted dirige un Gobierno que ha negociado el Código Penal con aquellos que delinquieron contra la unidad territorial y amenazan con volver a hacerlo. Y además, mientras hablamos, en este país se está excarcelando a agresores sexuales, penados con menor intensidad simplemente por su soberbia a la hora de legislar», atizó Feijoo, jaleado por su bancada en todo momento.

A juicio del senador autonómico por Galicia y presidente del PP, las últimas acciones del Ejecutivo de coalición han llevado el país a un callejón sin salida: «Su Gobierno ha entrado en shock. Y, créame, los daños son irreparables. El verdadero problema es que para estar unos meses más en la Moncloa está arrastrando a toda la nación. Y no hay institución, organismo o política de Estado que no se hayan impregnado en un barniz de indignidad. Señor Sánchez, está generando usted un clima irrespirable en España».

La moderación, en objetos perdidos

En su primera réplica, Pedro Sánchez bombardeó la línea de flotación del discurso del presidente del PP. «Señor Feijoo, ¿dónde ha dejado su moderación? ¿En objetos perdidos con su supuesta autonomía política?», arremetió. En respuesta a las críticas del líder de la oposición por la ley del solo sí es sí, Sánchez afeó al dirigente popular sus pactos «con aquellos que niegan la violencia de género», en referencia a los acuerdos alcanzados con Vox en territorios como Castilla y León, para cuestionar a continuación la contribución de los conservadores a los derechos sociales desde 1978.

«En estos 40 años de democracia lo que han hecho desde el PP es votar contra la ley del divorcio, contra el aborto, contra la ley de igualdad entre hombres y mujeres... No les preocupan lo más mínimo los derechos de la mujeres. Porque no solo han votado en contra de esas leyes, sino que las han recurrido ante el Tribunal Constitucional», enumeró.

Reiteró el jefe del Ejecutivo sus ataques a los populares por romper las negociaciones para renovar el Poder Judicial y, ante las acusaciones de Feijoo por la «falta de higiene democrática» de su Gobierno, devolvió el golpe al líder de la oposición sin contemplaciones. «Se lo digo con todo el respeto y todo el aprecio que tengo a su señoría —sacudió con ironía Pedro Sánchez—: antes de dar lecciones de constitucionalismo, cumplan con la Constitución; antes de dar lecciones de higiene, vengan ustedes lavados».

Sin senadores de Podemos a la vista

Intervino por segunda vez Núñez Feijoo desde su escaño y elevó el tono y la apuesta. «Usted preside un Gobierno en llamas», glosó, antes de protagonizar el lapsus de la jornada. «Ya me he fijado que los diputados de Podemos ni están». Siguió el alboroto entre la bancada socialista, que le recordó que los morados carecen de representación en el Senado, a lo que rectificó a medias el líder del PP, que insistió en buscar diputados en la Cámara Alta: «Los diputados ministros de Podemos no están», matizó. Como el revuelo no se apagaba, atajó Núñez Feijoo: «A mí no me interesa ser implacable, a mí me interesa ofrecer una alternativa imbatible, por eso yo nunca lo voy a insultar. Para insultar ya llegan ustedes».

La reforma del delito de sedición propuesta por el PSOE y Unidas Podemos, de la que se beneficiarán los cabecillas secesionistas condenados por el referendo ilegal del 1-O, se asomó una y otra vez a la sesión. «Usted se presentó a la investidura diciendo que venía a luchar contra la corrupción y lo que ha hecho es intentar corromper las instituciones para ponerlas a su servicio y al servicio de sus socios, sacando de la cárcel a los condenados por el Tribunal Supremo en contra del criterio del Supremo y de la Fiscalía General del Estado, derogando los delitos que cometieron quienes le hicieron a usted presidente del Gobierno».

La moción puede esperar

Feijoo, al que desde Vox y algunos sectores del PP reclaman que dé un paso al frente y presente una moción de censura contra Sánchez a pesar de que solo falta un año para las elecciones generales y aunque la iniciativa estaría destinada al fracaso, descartó este martes esa opción y emplazó a los suyos a librar primero la batalla de las municipales y autonómicas en mayo y, en segunda instancia, en las legislativas de finales del 2023. «Ojalá pudiéramos hacer una moción de censura. Le garantizo que la próxima vez que nos veamos en el Congreso de los Diputados será en mi debate de investidura», retó a Sánchez.

«La moción de censura —argumentó el presidente del PP— se hará. Y se hará el 28 de mayo. Pero no en una urna en el Congreso de los Diputados, sino en miles de urnas en todos los ayuntamientos de España, ahí es donde la sacaremos adelante, para empezar a pasar página de la pesadilla más grande que ha vivido España gracias a su Gobierno y a usted».

La contraofensiva final

Volvió Sánchez a tomar la palabra para rematar la faena y se empleó a fondo en la contraofensiva final. Sacó pecho por las ayudas al pago de hipotecas, la reforma laboral y la subida de las pensiones antes de lanzarse a la yugular del presidente del PP. Insistió en su tesis de que Cataluña y España están ahora «mucho mejor» que en el 2017, afeó la desidia del Gobierno popular de Mariano Rajoy que, a su juicio, estaba «a por uvas» mientras el Parlamento catalán aprobaba las llamadas leyes de desconexión. «No les importa el problema de Cataluña, durante estos 40 años, ustedes lo único que han hecho ha sido confrontar territorios para intentar arañar unos votos en el resto de España», reprochó el presidente del Gobierno a los conservadores.

El ataque frontal a Feijoo lo reservó el dirigente socialista para sus últimos minutos. Tiró literalmente de hemeroteca y esgrimió dos periódicos desde su escaño. «Nos hemos desayunado hoy con una portada que explica el porqué del tono bronco del señor Feijoo. ‘El PP anima a Feijoo a ser implacable con Sánchez'. Esto es lo que dice el diario El Mundo. Es el mismo diario que un día antes de que usted y yo llegáramos a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial le dijo a usted, atento, señor Feijoo: ‘El PP teme la reacción política, judicial y mediática'. Usted presume de ser un político previsible y es cierto, no hay más que leer las portadas de los medios de comunicación conservadores para saber qué va a hacer o decir ese día», zanjó el presidente del Gobierno.