La Justicia desactiva el intento de Bolsonaro de impugnar el resultado de las elecciones

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

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Seguidores de Bolsonaro se manifiestan en protesta por el resultado electoral que dio la victoria a Lula da Silva
Seguidores de Bolsonaro se manifiestan en protesta por el resultado electoral que dio la victoria a Lula da Silva Joédson Alves | EFE

Aliados del presidente ultraderechista se desvinculan de su intento de impugnar las elecciones

26 nov 2022 . Actualizado a las 11:10 h.

Las manifestaciones de los seguidores más acérrimos del presidente Jair Bolsonaro frente a los cuarteles de Brasil no han cesado, a pesar de que la Justicia desactivó su intento de impugnar las elecciones y a pesar, también, del inicio del Campeonato del Mundo, que se sigue con fervor en uno de los países más futboleros del planeta.

En los grupos de WhatsApp donde se organizan esas concentraciones, de hecho, se ha llamado a ignorar el Mundial, para poner así «al país» por delante, animando a seguir reclamando una intervención militar contra la victoria en las urnas del izquierdista Lula da Silva.

El presidente Bolsonaro se reunió el jueves con los líderes militares, en una cita que no estaba programada, mientras las marchas continuaban.

Ese cónclave duró unas dos horas. Los comandantes le dijeron a Bolsonaro que consideraban «inocuas» las concentraciones y que las reclamaciones contra el resultado de los comicios no tenían base legal, generando además problemas en la institución, al espolear divisiones internas, según la cadena CNN Brasil. Bolsonaro no habría asentido ni disentido, pero sí aprobó que los militares colaborasen en la transición de poder.

Horas antes, el presidente del Tribunal Electoral, Alexandre de Moraes, miembro también del Supremo, había desestimado los recursos electorales del Partido Liberal (PL), la formación a la que se ha aliado el líder ultraderechista, refiriéndose en términos muy duros a su solicitud, que considera «de mala fe», multando a la coalición bolsonarista con una sanción de 4,4 millones de dólares.

El PL considera que el 60 % de las máquinas electorales no son auditables, y que Bolsonaro consiguió el 51 % de los votos en las restantes, pero numerosos expertos en el sistema electrónico de sufragio consideran una falacia esos argumentos, la misma posición que tiene también ahora la Justicia.

Progresistas y Republicanos, dos formaciones de la coalición oficialista también multados, se desvincularon ayer de la posición del PL, asegurando que no fueron informados del reclamo electoral y que reconocen la victoria en las urnas de Lula, pidiendo quedar fuera de las sanciones.

También estos días se ha sabido que el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, viajó tras las elecciones a EE.UU. para reunirse con el ex presidente estadounidense Donald Trump, y su asesor estratégico, Steve Bannon, que ha reclamado abiertamente a los seguidores de Bolsonaro que sigan en las calles.

Con el exmandatario se habría citado en un lujoso hotel para abordar la forma de impugnación de los resultados en el gigante sudamericano, según el diario estadounidense The Washington Post.

Mientras tanto, en Brasil hay un debate abierto por una posible amnistía a Bolsonaro, que a partir del 1 de enero perderá sus privilegios procesales, estando señalado por crímenes durante la gestión de la pandemia del coronavirus, injerencias en la Policía Federal para proteger a sus hijos —dos de ellos pidieron la nacionalidad italiana la pasada semana— y de colaborar con un gabinete de fake news y odio en redes sociales, supuestamente gestionado también por su familia.

Hay numerosas opiniones a favor, entre ellas la del expresidente Michel Temer (2016-2018) y en contra, con los aliados de Bolsonaro en el Legislativo sugiriendo que los exmandatarios sean senadores vitalicios, manteniendo sus foros intactos.

Lula asume el poder el próximo 1 de enero y casi nadie descarta en Brasil que puedan darse incidentes ese día, debido a las reclamaciones del bolsonarismo y a la permanencia de sus seguidores más acérrimos en las calles.