Venezuela vuelve a la negociación con la vista puesta en el petróleo

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Gustavo Petro y Nicolás Maduro, durante su entrevista en el palacio de Miraflores, en Caracas
Gustavo Petro y Nicolás Maduro, durante su entrevista en el palacio de Miraflores, en Caracas EUROPAPRESS

El Gobierno y la oposición reanudan hoy el diálogo en México

26 nov 2022 . Actualizado a las 11:10 h.

Este sábado, y después de intensa presión internacional, se reanudarán formalmente las negociaciones entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, con miras a desbloquear recursos congelados en la banca internacional que ayuden a capear la crisis del país, y a pactar las condiciones para que en el 2024 (a diferencia del 2018) se realicen unas elecciones presidenciales con mínimas garantías para la participación de todos los sectores políticos. El anuncio oficial lo hizo el reino de Noruega, mediador en el diálogo, que se mantendrá en México cada dos semanas a partir de hoy.

Maduro, de entrada, logró incluir en la misión negociadora (compuesta por gente de su entera confianza) a Camilla Fabbri, la esposa de Alex Saab, de nacionalidad italiana, tras haber paralizado las negociaciones por un año después de que el empresario colombiano, supuesto testaferro del régimen venezolano, fue extraditado de Cabo Verde a Estados Unidos.

El miércoles, el presidente de Colombia, Gustavo Petro (que, junto al francés Emmanuel Macron, ejerció buena parte de la presión para sentar a los representantes de Maduro en la mesa de negociaciones) informó del reinicio del diálogo, antes del anuncio oficial, lo que aparentemente no cayó bien al régimen de Maduro, que el jueves se olvidó de Petro a la hora de los agradecimientos.

«Agradezco al Gobierno de México y a todas sus autoridades por esta mesa de diálogo (...) al canciller Ebrard, al presidente López Obrador (...) el apoyo del Reino de Noruega, a quienes quiero agradecer su labor diplomática prudente, sin deseos de protagonismo ni pantallería [como se denomina en Venezuela a la obsesión por figurar]». Ni una referencia al presidente colombiano, con quien las relaciones parecen haberse ido enfriando desde su ascenso al poder en agosto.

Mientras, los representantes de la Plataforma Unitaria, que agrupa a los partidos que ganaron las elecciones parlamentarias del 2015 y luego fueron, en su inmensa mayoría, inhabilitados políticamente, emitieron un escueto comunicado, de apenas tres párrafos: «Hemos insistido en la negociación como un instrumento útil para la construcción de soluciones que atiendan la crisis humanitaria compleja que lamentablemente sufre nuestro país» y «crear las condiciones que garanticen el pleno ejercicio de los derechos políticos con la finalidad de que sean los venezolanos en elecciones libres los que decidan su mejor futuro».

Tanto el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, como el Departamento de Estado de EE.UU. han prometido vagamente la retirada de sanciones a funcionarios si el régimen de Maduro avanza en la negociación.

Este sábado, según se ha afirmado, se anunciará un «acuerdo parcial» para desbloquear 2.700 millones de dólares en fondos venezolanos represados en EE.UU. y la UE, y que administraría la ONU, para restaurar el desvencijado sistema eléctrico venezolano y atender algunos de los aspectos más urgentes de la emergencia humanitaria compleja que vive el país desde el 2017.

En tanto, hay otra negociación en curso, entre EE.UU. y el régimen de Maduro, para reincorporar a Venezuela al mercado petrolero mundial y permitir que Chevron, ENI y Repsol, entre otras, recuperen capacidad de producción, que cayó de 3,3 millones de barriles al día a menos de 700.000, tras el colapso de la estatal Pdvsa desde el 2012.