Los vientos de revuelta «tory» vuelven a soplar tras el primer mes de Sunak

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante un acto instituciona en Londres
El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante un acto instituciona en Londres EUROPAPRESS

El «premier» ya ha recibido advertencias y amenazas sobre su continuidad

28 nov 2022 . Actualizado a las 08:45 h.

La capacidad de los conservadores británicos para machacar a sus líderes parece ser infinita. Apenas ha transcurrido un mes desde que Rishi Sunak fue elegido como su máximo dirigente y, por lo tanto, primer ministro y las versiones de potenciales revueltas y rebeliones en el seno del partido de Gobierno ya han comenzado a circular.

Este domingo dos ex altos cargos tories le advirtieron a Sunak, el primer mandatario británico descendiente de inmigrantes indios, que la base que lo llevó al poder podría verse socavada en poco tiempo, poniendo así en riesgo su permanencia en el 10 de Downing Street.

«Solo quedan 18 meses hasta las próximas elecciones generales. En los últimos 12 meses nadie está escuchando [explicaciones de un Gobierno], porque todo gira en torno a la campaña electoral. Así que [Sunak] tiene unos seis meses para hacerlo bien», advirtió el expresidente de la formación Jake Berry, durante una entrevista en la BBC.

En similares términos se pronunció el ministro de Economía durante el Gobierno de David Cameron (2010-2016), George Osborne, quien en otro programa aseguró que «hay una sensación generalizada de que el Gobierno no controla los acontecimientos», una situación que es «peligrosa» para el premier.

La respuesta del Gobierno a la ola inflacionaria y a la crisis energética, que ha incluido subidas de impuestos y recortes al gasto público, una receta que no agrada a un sector de los conservadores, es uno de los motivos que están generando malestar en la formación, pero no el único. La decisión de Sunak de mantener el veto a la instalación de nuevos parques eólicos en tierra firme y de fijarle a los ayuntamientos una meta anual de viviendas que deben construir durante el próximo quinquenio son los otros factores que, en los últimos días, han estado sacando a relucir las divisiones entre los tories.

Los predecesores de Sunak en el cargo, Liz Truss y Boris Johnson, se sumaron la semana pasada a los 30 diputados conservadores que respaldan una moción en el Parlamento, que busca forzar al Ejecutivo a anular la restricción para instalar nuevos molinos de viento en el interior de las islas británicas. Berry también figura entre quienes apoyan esta solicitud. Curiosamente ni Truss ni Johnson hicieron nada por anular esta disposición, vigente desde tiempos de Cameron, mientras estuvieron en Downing Street. La prensa asegura que el propio ministro de Cohesión Territorial, Michael Gove, también se opone a mantener el veto.

Freno en las encuestas

Por su parte, la exministra conservadora de Medio Ambiente Theresa Villiers ha presentado una enmienda a un proyecto de ley del Gobierno, a través del cual se busca que los ayuntamientos construyan o faciliten la construcción de 300.000 nuevas viviendas anualmente. La exministra quiere que la meta no sea una obligación, sino un ideal.

The Independent achacó este resurgir de las divisiones en la formación gobernante a que las últimas encuestas revelan que el repunte en la intención de voto que los tories experimentaron tras la elección de Sunak se ha frenado. Los sondeos siguen pronosticando una victoria laborista en unas eventuales elecciones generales, con una ventaja de entre 18 y 21 puntos. Sin embargo, antes de la elección de Sunak esta brecha llegó a ser de 30 puntos.