El vicepresidente del BCE rechaza las bajadas masivas de impuestos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Javier Lizón | EFE

Luis de Guindos pide no cometer el error de los británicos y extender solo ayudas «selectivas y temporales» a los hogares vulnerables

29 nov 2022 . Actualizado a las 16:35 h.

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha reafirmado este martes el compromiso de la entidad con la estabilidad de precios y ha asegurado que harán «todo lo necesario» para que la inflación, que en España alcanza el 6,8 %, se sitúe «a medio plazo» en el 2 % en la eurozona. El último dato disponible de Eurostat la ubica en el umbral del 10,6 %. 

El indicador, ha asegurado, se mantendrá en los niveles actuales en torno al 10 % y empezará a desacelerar a partir del primer o segundo trimestre del año que viene, aunque continuará «claramente por encima» de la definición de estabilidad de precios de la entidad.

De Guindos también ha destacado la importancia de monitorizar la evolución de la inflación subyacente en la zona del euro, la que no incluye los precios de la energía ni de los alimentos, que está en torno al 5 %, ya que será la que dé pistas sobre la persistencia de las tensiones inflacionistas y su carácter estructural, según recoge Efe. 

La cuestión fundamental es que la desaceleración económica por si sola no será capaz de conducir inflación a ese 2 % que marca la estabilidad de precios, por lo que la política monetaria tendrá que seguir teniendo un papel determinante al respecto, ha dicho.

En concreto, ha recordado que el complejo entorno económico actual conducirá a la eurozona a una «recesión técnica» suave en los próximos dos trimestres.

Política fiscal

De cara a la recuperación, ha insistido también el la importancia de que no haya conflicto entre la política monetaria y la política fiscal, que debe ser «selectiva y temporal» y sustentar las rentas de las familias más vulnerables y evite caer en una contradicción, como ocurrió recientemente en el Reino Unido. El anuncio de bajada masiva de impuestos no solo hundió el valor de la libra, también puso en entredicho la política monetaria del Banco de Inglaterra y obligó a organismos y agencias a alertar del «daño persistente» que esta estrategia podría infligir en las cuentas públicas. En última instancia, la decisión precipitó la caída en desgracia de la ya exprimera ministra Liz Truss.