Reprimenda de ciudadanos a los diputados en la jornada de puertas abiertas en el Congreso

Efe MADRID

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La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, habla con una de las primeras visitantes a la Cámara este viernes durante la jornada de puertas abiertas
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, habla con una de las primeras visitantes a la Cámara este viernes durante la jornada de puertas abiertas ZIPI A | EFE

Los visitantes apuestan por menos bronca y más ingenio

03 dic 2022 . Actualizado a las 09:29 h.

Tras una semana de enorme tensión en el hemiciclo del Congreso, con insultos cruzados de uno a otro lado de la bancada y con la sensación de que la llamada «cortesía parlamentaria» ya forma parte del pasado, los ciudadanos han querido dar un toque de atención a los diputados: menos bronca y más ingenio.

«Que pongan un poco más de orden... se pelean mucho», decía Benita una mujer octogenaria que visitó ayer el Congreso por primera vez con motivo de las jornadas Puertas Abiertas de las Cortes, que este año cumplen sus bodas de plata y se celebran para conmemorar el Día de la Constitución.

Y es que falta el ingenio, la sorna y el debate dialéctico que no descalifica y que es capaz de sacar la carcajada al contrario.

Comentarios de los ciudadanos que se han colado este viernes en los pasillos del Congreso mientras los diputados de todo signo político los recibían con su mejor sonrisa. Hoy no era día de bronca y sí de dar explicaciones.

«Les he dicho que yo por mi edad conocí a Fraga y a Carrillo y que en aquella época las cosas se decían con humor y sorna, en vez de con crispación... entonces el poder del ingenio hacía soltar la carcajada... pero desde el respeto», comentaba Julia, madrileña de 69 años, que visitaba el Congreso por primera vez y que ha conseguido hacerse una foto con la presidenta, Meritxell Batet.

Las fotos en grupo, por separado, en familia, con diputados o con el retrato de José Bono han estado a la orden del día dentro y fuera del hemiciclo, que no ha dejado indiferente a nadie: «Qué maravilla... aunque parece más pequeño que en la tele». Aunque en esta ocasión, tras días de arduos debates con insultos incluidos, la mayoría de los visitantes pedían a las señorías llegar a más acuerdos y no entrar tanto a la gresca. «Da pena verles a la gresca. No merece la pena porque intentando llegar a acuerdos ganamos todos», decía Francisco, de 25 años, que ha hablado con varios diputados y «todos muy simpáticos», mientras una señora de León afirmaba que veía a los parlamentarios «supersimpáticos y cercanos».

También Antonio, sevillano de 69 años, echaba en falta más concordia: «Se ha perdido un poco el talante de la Transición, pero también es bueno que haya vidilla y discrepen, aunque siempre desde el respeto claro».

Dirigentes del PSOE, del PP, de Vox, de Unidas Podemos o de Cs mostraron ayer su mejor imagen, hablando distendidamente entre ellos y con los visitantes, que no solo se mostraban interesados por ver los «tiros» del frustrado golpe de Estado del 23F.

Una jornada festiva en la Cámara Baja que continuará hoy ha movilizado a un centenar de ujieres y otro personal. Muchos ya veteranos desde que en 1997 se inauguraran las primeras Puertas Abiertas. «En aquella época las colas llegaban a la Cibeles», recordaba Miguel Herráiz, ujier desde hace 25 años, mientras una mujer añadía: «Y daban caldos y chocolate».