Fracasa el último contacto de Arrimadas y Bal para pactar una lista consensuada en Cs

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Inés Arrimadas y Edmundo Bal en el Congreso de los Diputados.
Inés Arrimadas y Edmundo Bal en el Congreso de los Diputados. Alejandro Jiménez

Las candidaturas de ambos por separado cobran fuerza

13 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La lista de unidad no termina de cuajar en Ciudadanos. Con la asamblea general que redibujará las líneas del partido a la vuelta de la esquina, el domingo se produjo un choque entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal. Ambos mantuvieron una conversación telefónica en la que no consiguieron alcanzar un acuerdo. Según apuntan las tensiones entre ambos, pugnarán cada uno por su candidatura.

Entre ambos hubo fricciones con respecto al proyecto que quieren para Ciudadanos, que ha seguido hasta ahora una estela de desapariciones en las sucesivas elecciones autonómicas. Ambos conservan la idea de que la formación naranja sirva de partido bisagra y conserve su orientación antinacionalista.

Sin embargo, los entornos de ambos candidatos a liderar Cs se acusan entre sí por proponer planes que abocan al partido a no despegar. Por parte del vicesecretario general, fuentes consultadas por Europa Press inciden en que Bal quiere devolver la ilusión a la militancia e incluso estaría dispuesto a apostar por un tercer candidato. La idea de Bal es proponerse como un caramelo político más apetecible para el PSOE que Unidas Podemos y los nacionalistas para dar un giro al centroizquierda y evitar propuestas como la reforma del Código Penal que posiblemente acabe con el delito de sedición y reforme la malversación.

El círculo de Arrimadas, sin embargo, ve que la intención de Bal es seguir con su propia candidatura para apostar por dicho plan, algo «inadmisible» para la lideresa jerezana, a la cual además le puso de condición renunciar a la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso.

Reconstrucción dificultosa

Con ambos proyectos encima de la mesa y sin visos de que la lista de unidad prospere, ambos dirigentes naranjas tendrán la responsabilidad de reflotar a un partido que ha estado marcado por su desaparición en los parlamentos regionales.

El fiasco de Cataluña tras el cual el PSC lo desbancó como primera fuerza, su desaparición en Andalucía y la Comunidad de Madrid y su último aliento en Castilla y León propiciaron una fuga masiva de cargos de alto renombre. Entre ellos, dos vicepresidentes autonómicos: Ignacio Aguado en la capital y Juan Marín en el sur.

Aguado fue especialmente crítico con Arrimadas y detonó la refundación del partido que tendrá lugar a mediados de enero. A ella se la responsabilizó de los sucesivos tropiezos del partido.

Con las elecciones autonómicas en mayo del 2023, Edmundo Bal, abogado del Estado de carrera, buscará mejorar su recorrido político, en el que no ha tenido excesivos éxitos personales más allá de ser diputado por Huelva. El vicesecretario general naranja viene de perder la representación del partido en la Asamblea de Madrid.