El hito de la fusión nuclear, 192 rayos láser contra una bola del tamaño de una palomita de maíz

F. L. LA VOZ

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LLNL | EUROPA PRESS

EE.UU. presentó su logro de conseguir más energía de la usada en el proceso, un primer paso tras 60 años de investigación

14 dic 2022 . Actualizado a las 16:46 h.

El pasado 5 de diciembre, a eso de la una de la mañana, científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California hicieron que 192 rayos láser apuntaran a una pequeña cápsula cilíndrica con una bola deuterio y tritio, las formas más pesadas del hidrógeno. Una maraña de tuberías encauzaba el ataque para replicar a pequeña escala lo que sucede en el interior de una estrella, donde átomos de hidrógeno se fusionan y se convierten en helio. El objetivo, la fusión nuclear, pero buscando producir más energía de la que se necesita para provocar esa reacción. Los investigadores emplearon 2,05 megajulios. Y obtuvieron 3 de ese grano de combustible del tamaño de una palomita de maíz que alcanzó en un instante millones de grado. Presión, temperatura, precisión... Y por primera vez salieron las cuentas. Ganancia neta. Más energía de la empleada. Nunca se había conseguido antes. Un paso histórico para el futuro desarrollo de una fuente de energía inagotable que no produce residuos.

«Es un día importante para la ciencia. Es un logro que viene tras sesenta años de investigación global de desarrollo, ingeniería y experimentación en la que han participado miles de personas», señaló la subsecretaria de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) Jill Hruby en la comparecencia ante los medios en la que el Gobierno de Estados Unidos presentaba su avance al mundo.

Los científicos y las autoridades del Ejecutivo estadounidense están exultantes por su conquista, que los lleva a liderar la carrera mundial de la fusión nuclear, pero reconocen que queda mucho camino para que este logro llegue a la vida diaria. La directora del laboratorio de California, Kim Budil, apuntó que habrá que superar «obstáculos significativos no solo científicos, sino tecnológicos». «Esto ha sido solo una cápsula que ha ardido una vez y para tener energía de fusión comercial se necesitan muchas cápsulas para lograr producir varios eventos de ignición de fusión por minuto», explicó. Según sus cálculos, tardarán «décadas» en poder construir un reactor con fines comerciales, en disponer de una planta eléctrica que funcione con fusión nuclear. Es necesario multiplicar las igniciones como la conseguida en el Lawrence Livermore para lograr centenares por minuto y también deben abaratar se los costes del mecanismo por el que se llega a la fusión. Para ello, los científicos asumen que tendrán que recurrir a la colaboración con la industria privada.

Prudencia desde la ONU

Desde la ONU destacaron la importancia de este anuncio, pero indicando que esto no debe llevar a relajar las actuales políticas para combatir el cambio climático. «Es un avance extremadamente importante, pero no debemos detener nuestros esfuerzos ahora mismo para recortar emisiones y progresar con medidas de mitigación y adaptación», declaró el portavoz de la organización Stéphane Dujarric.

Jennifer Granholm, secretaria de Energía del Gobierno americano, también apuntó a esta doble perspectiva. «Lo que se ha conseguido saldrá en los libros de Historia y cambiará el mundo», señaló. Pero también reconoció que «esto es solo el comienzo», aunque ella considera que quizás se pueda poner en funcionamiento una planta de fusión comercial en diez años. Una quiniela demasiado optimista para Budil y para otros expertos. Habrá que esperar para emular a las estrellas de forma industrial. Pero el 5 de diciembre, a la una de la mañana, se encendió la primera luz.