El Senado aprueba definitivamente la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El senador popular Javier Maroto saluda al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, entes de comenzar el pleno de hoy en el Senado.
El senador popular Javier Maroto saluda al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, entes de comenzar el pleno de hoy en el Senado. ALAJANDRO MARTÍNEZ | EUROPAPRESS

La reforma sale adelante sin las dos enmiendas para cambiar la ley del Poder Judicial y la del Tribunal Constitucional, impulsadas por el Gobierno y paralizadas por el tribunal de garantías

22 dic 2022 . Actualizado a las 19:55 h.

El Senado aprobó este jueves definitivamente la derogación del delito de sedición y la rebaja de las penas para el de malversación. La reforma del Código Penal impulsada por el Gobierno recibió el respaldo de 140 senadores (PSOE, ERC, Bildu, PNV y Més per Mallorca), frente a 118 en contra (PP, Vox, Ciudadanos, UPN, Junts, PRC, Coalición Canaria, Teruel Existe y PAR) y tres abstenciones (Más Madrid, Geroa Bai y Compromís). La votación llegó después de que el Tribunal Constitucional paralizara dos enmiendas introducidas por el Gobierno, que pretendían modificar la ley del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional rebajando la mayoría de tres quintos exigida para nombrar a los miembros del CGPJ y retirando la exigencia de que los dos magistrados elegidos por este órgano para formar parte del Constitucional accedan al cargo conjuntamente con los designados por el Gobierno.

Rechazo a todas las enmiendas

La mayoría formada por el PSOE y sus socios (Unidas Podemos no tiene representación en el Senado) rechazó los vetos presentados por el PP, Vox, Ciudadanos, Junts y UPN, así como todas las enmiendas presentadas por la oposición. El presidente del Senado, el socialista Ander Gil, afirmó antes de la votación que esta se producía después de la decisión adoptada por el Constitucional que imposibilitó «el pleno ejercicio de las legítimas facultades del Senado».

A pesar de los cambios introducidos respecto a lo que se votó en el Congreso, en donde sí se aprobaron las dos enmiendas paralizadas luego por el Constitucional, la reforma no tendrá que regresar a la cámara baja para ser ratificada definitivamente. La razón es que los cambios son producto de una medida cautelarísima tomada por el Constitucional y no son fruto de la tramitación parlamentaria en el Senado.

Durante debate, que se produjo sin la presencia de ningún miembro del Gobierno, el portavoz del PP, Javier Maroto acusó al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de «estafar» a la sociedad, de ser un «trilero», un «cobarde» y de modificar el Código Penal «para legitimar al procés». Maroto tachó además de «chapuza» la proposición para reformar el Código Penal.

El portavoz popular se dirigió a los senadores socialistas de Castilla-La Mancha y Aragón, comunidades en las que sus presidentes, Emiliano García-Page y Javier Lambán se han mostrado en contra de derogar la sedición y abaratar la sedición, para instarles a votar en contra, aunque dio por hecho que votarían a favor, como finalmente sucedió.

Colocar a Conde Pumpido

Maroto aseguró que Sánchez ha traicionado todo aquello que prometió en su campaña electoral y vaticinó que la última cesión a los independentista, tras la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación, será un referendo. Para ello, según Maroto, el objetivo es colocar en la presidencia del Constitucional al magistrado Cándido Conde-Pumpido para asegurarse de que cuando llegue el referendo el tribunal de garantías «no sea un obstáculo».

El senador popular Fernando de Rosa, que también intervino en el debate, afirmó que la reforma del delito de malversación provocará que muchos corruptos salgan a la calle a partir de enero de 2023. Algo que calificó de «vergüenza». De Rosa, recalcó que las leyes «no se pueden redactar desde la sede de ERC», aseverando que la reforma se hace para beneficiar a los líderes del procés condenados o a la espera de juicio.

«Amarrar a los tribunales»

En su turno de intervención, el senador socialista José María Oleaga se dirigió al PP para advertirle de que mantener bloqueadas las instituciones como el Consejo General del Poder Judicial es incumplir la Constitución. Lamentó por ello que los populares rompan «con el espíritu de la Transición» y acaben «con el entendimiento y el diálogo». Según el parlamentario socialista, lo que pretenden los populares es mantener la actual composición de CGPJ, de mayoría conservadora, «para tener amarrados a los tribunales y que les ayuden en sus causas judiciales» e impedir «el legítimo derecho de los parlamentarios a debatir».

Oleaga cargó contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, al que describió como un «boxeador noqueado» incapaz de comprender que la democracia consiste en «aceptar lo que dicen las urnas». Acusó al líder de la oposición de causar una «grave afectación del sistema» con el recurso de amparo que fue admitido por el Constitucional. «Lo que los socialistas hacemos en Cataluña es propiciar el diálogo, el reencuentro y la convivencia», dijo Oleaga, que tachó de «cruel y desalmado» al exlíder del PP Mariano Rajoy por afirmar que los socialistas del País Vasco estaban «arrodillados» ante los nacionalistas. El senador del PSOE retiró de inmediato estas palabras sin que el presidente del Senado, Ander Gil se lo solicitara.