El esquí en Suiza, en peligro de extinción

María Viñas Sanmartín
maría viñas REDACCIÓN / LA VOZ

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JEAN-CHRISTOPHE BOTT | EFE

No solo la nieve natural empezará pronto a resentirse por el cambio climático, también la innivación se complicará seriamente

04 ene 2023 . Actualizado a las 09:38 h.

En las próximas décadas habrá más precipitaciones en invierno, pero caerán en forma de lluvia y no de nieve, lo que a la larga pondrá seriamente en peligro las actividades recreativas de invierno. Un equipo de investigación de la Universidad de Basilea ha calculado hasta qué punto la megaestación de esquí de Andermatt-Sedrun-Disentis, al pie del puerto de montaña más alto de los Alpes suizos, puede mantener su oferta navideña con y sin innivación —cubrir con nieve artificial pistas e instalaciones—.

Según los resultados, publicados en la revista International Journal of Biometeorology, muy probablemente el negocio comenzará a resentirse pronto durante las vacaciones de Navidad, ya que no hará el suficiente frío, ni en estas fechas ni en las semanas previas, para garantizar pistas blancas a largo plazo. Si las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyen, la región de Sedrun tendrá que hacer frente a un grave problema que en cierta medida los cañones de nieve pueden aliviar, pero no resolver por completo.

«Mucha gente no se da cuenta de que para producir nieve artificial también se necesitan determinadas condiciones meteorológicas —explica la doctora Erika Hiltbrunner, al frente de equipo—. No debe hacer demasiado calor ni estar demasiado húmedo, de lo contrario no habrá suficiente refrigeración por evaporación para que el agua pulverizada se congele en el aire y baje». El aire caliente absorbe más humedad, por lo que a medida que los inviernos se hacen más cálidos se hace también más difícil o imposible crear nieve técnicamente. Las leyes de la física establecen límites claros.

Sin embargo, se seguirá esquiando. La innivación técnica permite a las estaciones mantener abiertas las pistas más altas durante cien días consecutivos al menos hasta finales de siglo. Eso sí, el precio a pagar será alto. Los cálculos muestran que el consumo de agua para la fabricación de nieve se disparará un 80 % para el conjunto de la estación. Así, en un invierno medio de finales de siglo, el consumo ascendería a unos 540 millones de litros de agua, frente a los 300 millones actuales. Si el cambio climático no cesa, el lago Oberalpsee, fuente de agua para producir esta nieve, se agotará además en el 2050. ¿Qué pasará entonces?