Aragonès acelerará este trimestre los debates para un referendo de autodeterminación en Cataluña

La Voz REDACCIÓN

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán. David Zorrakino | EUROPAPRESS

El presidente catalán insiste en que negociará una consulta pactada con el Estado

12 ene 2023 . Actualizado a las 12:47 h.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado este jueves que acelerará este primer trimestre del 2023 los debates a escala académica, social, política e internacional para llegar a un acuerdo de claridad con el fin de defender un referendo pactado ante el Estado.

En una entrevista de Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, ha asegurado que él mismo liderará las conversaciones para llegar a este acuerdo de claridad para «adquirir una posición de fuerza» desde el consenso y para configurar una vía catalana que no importe directamente el modelo escocés o canadiense. Sobre esta posible consulta ciudadana, el presidente catalán cree que puede llegar a celebrarse, aunque ahora mismo el Gobierno lo rechace.

En ese sentido, ha afirmado que en ocasiones anteriores el Ejecutivo se mostró contrario a medidas que finalmente se han acordado en la mesa de diálogo con la Generalitat -como la derogación de la sedición- y se ha mostrado convencido de que «en la cuestión del referendo pasará lo mismo».

Además, ha defendido que los partidos políticos «con predisposición al diálogo» -entre los que ha contado al PSC-, puedan acordar una propuesta sobre el referendo en una mesa, en sus palabras, y se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas alternativas de otras formaciones. «Lo que planteamos es que primero lleguemos a un acuerdo y luego lo llevemos a la votación del Parlament», ha dicho Aragonès, que ha asegurado que el resultado del referendo del 1-O no pudo ser implementado por falta de reconocimiento internacional -algo que cree que sí se lograría con un referendo pactado-.

La Eurocámara vuelve a expresar «preocupación» por la injerencia rusa en Cataluña

El Parlamento Europeo (PE) volvió este jueves a expresar su preocupación por la «amplia interferencia rusa con el movimiento separatista en Cataluña» en un nuevo informe, aún en fase de borrador, de la comisión parlamentaria especial sobre las injerencias extranjeras en los procesos democráticos en la Unión Europea.

El proyecto de informe, presentado este jueves y redactado por la eurodiputada popular letona Sandra Kalniete, «reitera su preocupación» sobre las revelaciones habituales de «grandes cantidades de financiación rusa a políticos y partidos en varios países democráticos» en «un intento de interferir en sus procesos domésticos».

En el mismo párrafo, menciona la «amplia interferencia rusa con el movimiento separatista en Cataluña», en una referencia que un informe previo de esta misma comisión parlamentaria ya recogía en el 2022.

En aquella ocasión, el informe final incidía en la mención a la necesidad de una investigación en profundidad de «los contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España», revelados por The New York Times en septiembre de 2021.

El mismo párrafo, que también apuntaba a los contactos entre el Kremlin y la campaña del brexit, señalaba que estas acciones «forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular el discurso con el fin de promover la desestabilización».

El nuevo texto, que contiene recomendaciones no vinculantes para hacer frente a la amenaza de las injerencias extranjeras en las democracias europeas, aún está en fase de enmiendas y deberá recibir el apoyo tanto de la comisión parlamentaria al completo -cuyos miembros españoles recaen en PP, Ciudadanos, Vox y PSOE- como del pleno de la Eurocámara para su aprobación final.

Una de las ideas que plantea el informe es la creación de una lista a nivel europeo de países de «alto riesgo» en materia de desinformación, en lugar de no nombrar a países específicos, siguiendo el modelo de la lista europea de Estados terceros con deficiencias en sus regímenes de lucha contra el blanqueo de capitales.