Unidas Podemos, en plena polémica por la ley del «solo sí es sí», es la única fuerza que crece. El BNG se mantiene en el 0,6 %
19 ene 2023 . Actualizado a las 09:06 h.El Centro de Investigaciones Sociológicas de José Félix Tezanos sigue marcando distancias con las firmas privadas de sondeos. El barómetro de enero del CIS, publicado este martes, es el único que todavía sitúa al PSOE por delante del PP en estimación de voto de cara a unas hipotéticas elecciones generales. Según la encuesta elaborada por el centro entre el 2 y el 12 de enero —en plena polémica por la derogación de la sedición y el abaratamiento de las penas por malversación, pero justo antes de que explotase la crisis en Castilla y León por el protocolo antiaborto de Vox—, Pedro Sánchez sumaría un 30,2% de las papeletas (4 décimas menos que en el barómetro de diciembre) y Alberto Núñez Feijoo lograría un 28,5% de los sufragios (una décima menos).
Empate técnico
El CIS de Tezanos ubica así al PP a solo 1,7 puntos del Partido Socialista, un empate técnico que se reproduce también en la intención directa de voto (que registra las respuestas espontáneas de los encuestados a la pregunta de a quién van a apoyar en las urnas, sin introducir factores de corrección como el recuerdo de voto o la posición en la escala ideológica). En este caso, el CIS sí coloca por delante a los de Feijoo, con un 23% de las papeletas, y a los socialistas a solo medio punto, con el 22,5% de los sufragios. En ambos casos, los conservadores dan un vuelco a los resultados en las urnas de noviembre del 2019, cuando el PP de Casado sumó solo el 20,8% de los votos y el PSOE de Sánchez ganó las elecciones con un respaldo en las urnas del 28% (porcentaje que ahora ostentarían los populares con Feijoo de cabeza de cartel).
Una de las sorpresas de la encuesta es el resultado que augura a Unidas Podemos. La morada es la única de las grandes fuerzas que crece respecto al barómetro de diciembre. Si entonces obtenía un 12,4% de estimación de voto, el CIS le concede ahora un 14,2%. Una subida de casi dos puntos que sitúa a UP en su mejor dato desde enero del 2020 —cuando, todavía con Pablo Iglesias al frente, se estrenaba en el Gobierno de coalición— y que remite al resultado en las urnas de las generales de abril del 2019, cuando cosechó el 14,3% de las papeletas (en la repetición de noviembre cayó al 13%). El crecimiento de la formación morada se registra en medio de las críticas al Ministerio de Igualdad por la rebaja de penas derivada de la ley del «solo sí es sí» y cuando el espacio político a la izquierda del PSOE no tiene un candidato a la Moncloa y ni siquiera ha aclarado si Podemos irá a las urnas en coalición con la plataforma Sumar de Yolanda Díaz.
La encuesta asigna a Vox un 10% de los sufragios (dos décimas menos que en diciembre), dato que también remite a las generales de noviembre del 2019, cuando obtuvo el 10,3% de las papeletas (en noviembre ascendió al 15,2%). A Cs, en medio de la crisis de su refundación, el sondeo le otorga ahora un 2,9% de votos, la misma cifra que hace un mes. Con estos guarismos, PSOE y UP sumarían un 44,4% de apoyos y el bloque de PP y Vox, un 38,5%.
Nuevos cálculos del PP
Desde la dirección del PP reiteraron este martes las críticas a los métodos de Tezanos y explicaron que, según los cálculos realizados por Génova a partir de los datos recogidos en el propio barómetro, los populares tendrían una estimación de voto del 32,7% y el PSOE, del 24,2%. Vox subiría así al 15% y UP bajaría al 11,4%.
El BNG se mantiene en el 0,6 % y mejoraría el resultado en las urnas de las generales del 2019
El barómetro del CIS concede al Bloque Nacionalista Galego un 0,6% del total nacional de votos en unas teóricas elecciones al Congreso. El porcentaje es idéntico al del sondeo de diciembre y se mantiene en el mismo horizonte que los de octubre y noviembre (0,6% y 0,5% respectivamente).
El dato también mejora el resultado cosechado en las urnas en los comicios de noviembre del 2019, cuando los nacionalistas lograron un 0,5% de apoyos y un escaño —el de Néstor Rego— por la provincia de A Coruña, con un avance importante respecto a la cita de abril de ese año (0,36% y ningún diputado).
El sondeo esquiva la reforma penal, pero indaga sobre la crisis del CGPJ
Si la célebre «cocina» del CIS —el método por el que se calcula la estimación de voto a partir de la intención directa— despierta algo más que recelos en la oposición, la batería de preguntas incluida en este último barómetro tampoco ha sumado adeptos al club de fans de Tezanos.
En cuanto a los cambios legislativos para desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial y para derogar la sedición y reducir las penas por malversación, el CIS plantea tres preguntas, pero todas ellas relativas únicamente al grado de conocimiento de los ciudadanos sobre estos asuntos y sin indagar sobre la opinión que les merecen.
El tono cambia en las tres siguientes preguntas, relativas a la renovación del TC y del CGPJ, donde el sondeo plantea al encuestado interrogantes como «¿Está usted a favor o en contra de que los jueces del Tribunal Constitucional puedan prohibir al Parlamento debatir leyes?» o «¿Qué partido cree que es el principal responsable de que no se haya llegado a un acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional?».
Desconfianza
La crisis institucional es uno los factores que ha contribuido durante los últimos meses a erosionar la imagen de los políticos, a quienes los encuestados identifican como responsables directos de tres de los diez principales problemas del país. Esto se traduce en la desconfianza que reflejan las valoraciones de los líderes: un 67,2% de ciudadanos tienen poca o ninguna confianza en Pedro Sánchez, cifra que en el caso de Alberto Núñez Feijoo se sitúa en el 71,2%. A la hora de las calificaciones, Sánchez logra un 4,38 y Feijoo, un 4,27, mientras que Yolanda Díaz roza el aprobado con un 4,87. Díaz sube nota al preguntar por la valoración de los ministros: con un 5,11, es la segunda, detrás de Margarita Robles (5,16), mientras que Irene Montero (3,69) y Ione Belarra (3,63) obtienen las peores puntuaciones.