Fedea alerta de la «excesiva lentitud» de la ejecución de los fondos europeos y pide negociar un mayor plazo

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

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M.FERNÁNDEZ. POOL

Cuestiona también la calidad de ciertas inversiones y reformas que se han aprobado

23 ene 2023 . Actualizado a las 21:58 h.

Problemas a la vista si nada cambia. Es el diagnóstico que la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha hecho del primer año y medio de funcionamiento del Plan de Recuperación español, ya que, según el balance presentado ayer, la ejecución de los fondos europeos para impulsar la recuperación económica tras la pandemia adolece de «excesiva lentitud».

No es la primera vez que se le hace esta crítica al Gobierno —las comunidades autónomas fueron las primera en quejarse—, la de que el dinero europeo no está llegando realmente al tejido productivo. Por eso, Fedea propone cambios en el diseño del plan, que faciliten su dinamismo y, a la vez, recomienda al Ejecutivo que comience a negociar con Bruselas una ampliación del plazo en el que tendría que estar hecha toda la inversión, habida cuenta de que lo consideran imposible de cumplir.

El informe realizado por el grupo de trabajo mixto covid-19 de Fedea, la institución analiza las debilidades del plan de recuperación, entre las que destaca la falta de suficientes aportaciones de las empresas a su diseño, el «limitado» papel de las administraciones territoriales en su redacción, así como «las dudas sobre la calidad de algunas inversiones y reformas», además de la percepción de su «excesiva lentitud».

Sin embargo, los expertos consideran que «se está a tiempo» de corregir, algo para lo que la presentación de la adenda supone una «excelente oportunidad para darle un nuevo impulso al plan».

Respecto a las convocatorias y procedimientos de tramitación, Fedea critica el «exceso» de burocracia, que a veces haya requisitos «poco razonables, plazos demasiado ajustados, avales excesivos y demasiadas restricciones a la elegibilidad de ciertos tipos de gasto».

«Todo esto dificulta el acceso de las pymes a las ayudas y reduce su atractivo también para las empresas grandes», advierte Fedea, que también aprecia «límites excesivos» a la financiación de inversión industrial, relacionados en parte con el marco europeo de ayudas de Estado y con restricciones medioambientales.

En lo que respecta a las reformas, la crítica general es que «están siendo poco ambiciosas y en ocasiones contraproducentes». Reitera su preocupación, especialmente, por el posible efecto de la reforma de pensiones sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Para evitar sobresaltos futuros, Fedea insta al Gobierno a sentarse con las instituciones europeas para ampliar los plazos de ejecución «y clarificar, e idealmente ampliar, los márgenes disponibles en materia de ayudas de Estado y requisitos medioambientales». El objetivo es facilitar la financiación y puesta en marcha de proyectos de inversión, especialmente los de mayor interés estratégico.

Incentivos fiscales y evaluación externa

Asimismo, defiende elaborar una hoja de ruta «realista» para desplegar el resto del plan, con el mayor consenso posible, sin olvidar hacer reformas más «ambiciosas». También pide agilizar trámites, mayor colaboración con entidades privadas y usar incentivos fiscales para impulsar ayudas. Completa sus propuestas crear la figura del proyecto tractor territorial e incorporar mecanismos independientes de evaluación, al menos para los principales programas y proyectos.