La sorpresa de Marte: hay nieve en el planeta rojo

Marina Koren THE ATLANTIC

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El robot explorador Curiosity, de la NASA, sobre la superficie del planeta Marte en una imagen tomada por el propio dispositivo en noviembre del 2021
El robot explorador Curiosity, de la NASA, sobre la superficie del planeta Marte en una imagen tomada por el propio dispositivo en noviembre del 2021 NASA

Allí hay estaciones y el invierno dura el doble que el nuestro; en las condiciones más duras, el dióxido de carbono de la atmósfera se transforma para convertirse en pequeños cristales de hielo en forma de cubo

06 feb 2023 . Actualizado a las 19:02 h.

Noora Alsaaed a menudo piensa en hacer un muñeco de nieve en Marte. ¿Un muñeco de nieve en Marte? ¿Ese planeta desértico y desolado de allí? ¿El que está cubierto de arena? Vaya sueño tan inusual.

Pero Alsaeed sabe algunas cosas que el resto de nosotros no. Es una científica planetaria en la Universidad de Colorado en Boulder y su trabajo se basa en datos de una nave espacial de la NASA que orbita Marte. Estudia las regiones polares del planeta rojo y las peculiares moléculas suspendidas en la atmósfera sobre ellas. Sabe que, en Marte, nieva.

Como en la Tierra, en el planeta rojo hay estaciones, y durante el invierno, el doble que el nuestro, los cristales helados caen de las nubes y se acumulan en la superficie gélida. Esto suena increíble, ya que Marte es extremadamente seco, pero evita ese pequeño tecnicismo al sustituir la compleja nieve de seis lados por otra cosa. La atmósfera de Marte, muchas veces más fina que la de la Tierra, está compuesta principalmente de dióxido de carbono. En las condiciones más duras, ese dióxido de carbono se transforma de gas a pequeños cristales de hielo en forma de cubo, específicamente hielo seco, del tipo que utilizamos los terrícolas para crear una escena de miedo en Halloween. El hielo es demasiado pesado como para permanecer en el cielo de Marte, así que nieva, asentándose en montones superficiales.

Marte es el planeta que, además de la Tierra, probablemente haya causado la mayor impresión en la imaginación de la gente. Conocemos bien Marte como el planeta con los róveres, el lugar en el que Elon Musk quiere que la gente tenga un segundo hogar, el próximo destino obvio ahora que los humanos hemos estado en la luna. Pero tras todo ese revuelo, hay detalles fascinantes sobre el cuarto planeta desde el Sol, como su hipnotizante paisaje sonoro y sus formaciones rocosas, como milhojas. La nieve de dióxido de carbono es solo una de las muchas curiosidades de Marte.

Los científicos comenzaron a sospechar que las regiones polares de Marte podrían enfriarse lo suficiente como para que el dióxido de carbono se convirtiese en nieve a principios del siglo XIX, según explicó Paul Hayne, científico planetario en la Universidad de Colorado en Boulder que estudia las nevadas marcianas. Una misión de la NASA en la década de los setenta hizo observaciones que luego fueron interpretadas como los primeros signos de nevadas de dióxido de carbono. En el 2008, una nave espacial que aterrizó en las llanuras del norte de Marte detectó evidencia de nieve, ¡del tipo de hielo de agua!, cayendo de la atmósfera. Pero no hubo evidencia de que la nieve de agua realmente llegase al suelo, el aire en Marte es tan fino que el agua se canaliza en gas antes de que los cristales puedan tocar la superficie.

No obstante, la nave Mars Reconnaissance Orbite, que ha estado circulando alrededor de Marte durante más de 15 años, ha capturado la nieve de dióxido de carbono llegando a la superficie. Los científicos no tienen evidencia fotográfica o de vídeo de la nevada, solo detecciones hechas con tecnología láser y observaciones que son invisibles para nuestros ojos. «Ya que mucha de la nieve en Marte cae en la oscuridad de la noche polar, necesitamos utilizar longitudes de onda de radiación fuera del espectro visible», señaló Hayne. Según Sylvain Piqueux, científico investigador del Laboratorio de Propulsión de Chorro de la NASA que estudia Marte, la nieve incluso se acumula, la mayoría cerca de áreas en pendiente como acantilados y bordes de cráteres.

Esa idea hace cosquillas a la imaginación. ¿Cómo sería estar en la superficie marciana en medio del invierno, con temperaturas lo suficientemente frías como para perder algunas moléculas del cielo? Las nevadas ocurren solo durante la noche fría de Marte, así que si traes unas gafas de visión nocturna verás que estás envuelto en una neblina brillante. Los copos de nieve de dióxido de carbono son muy pequeños, más que el ancho de un mechón de pelo, más que sus contrapartes de hielo de agua de seis lados. «No se vería tan mágico como en la Tierra», señaló Alsaeed.

Pero una tormenta de nieve sería maravillosa a su manera. «Sería extraordinariamente silenciosa», según Hayne. Podrías incluso llegar a escuchar el sonido de la nieve cayendo en el suelo. Una ráfaga de viento podría levantar «una columna opaca de nieve brillante», dijo. «Brillante» y «nieve», dos palabras que pueden remodelar la imagen mental que tenemos de Marte.

Marina Koren es periodista especializada en ciencia. © 2023 The Atlantic. Distribuido por Tribune Content Agency. Traducido por S. P.