Vivos tras 54 horas bajo los escombros, un milagro que mantiene la esperanza

La Voz REDACCIÓN

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Momento del rescate en la provincia del sureste de Turquía de Adiyaman
Momento del rescate en la provincia del sureste de Turquía de Adiyaman TWITTERGUMUSHANE MAYOR ERCAN CI | REUTERS

En las últimas horas se han producido varios rescates de personas que llevaban más de dos días sepultadas

08 feb 2023 . Actualizado a las 12:29 h.

En la provincia del sureste de Turquía de Adiyaman un padre y su hijo han sido rescatados por los bomberos después de llevar 54 horas atrapados entre los escombros de un edificio arrasado por los terremotos que sacudieron el país el lunes. En las últimas horas se han producido varios rescates de personas que llevaban mas de 50 horas sepultadas por los cascotes mientras que los equipos especializados excavan en una búsqueda cada vez más desesperada.

En el distrito de Besni los bomberos redoblaron su trabajo al escuchar unas voces procedentes de unas ruinas y después de horas de esfuerzos lograron liberar a Ahmet Aydin y su hijo Yusuf. De momento no se tienen más detalles sobre su estado de salud.

En el centro de la ciudad de Karamanmaras, una de las más afectadas, una mujer llamada Hilal Kocaoglu también ha logrado ser rescatada con vida el miércoles por la mañana de entre los escombros de un hotel derruido.

La agencia Demirören New informó de que los equipos de búsqueda y rescate que trabajaban entre los escombros del hotel intensificaron su labor por el sonido procedente de las ruinas a primera hora de la mañana y finalmente llegaron hasta Kocaoglu. La mujer fue liberada de los escombros con heridas y hospitalizada tras recibir una primera asistencia por los equipos sanitarios en el lugar del rescate.

En Hatay, otra mujer llamada Semra Et también ha sido rescatada después de 53 horas bajo los cascotes. «Muchas gracias. Os quiero a todos», fueron las primeras palabras que le dijo a los bomberos que la rescataron.

¿Cuánto tiempo es posible sobrevivir entre escombros tras un terremoto?

El clima helado, con hasta -6 grados en la región, limita la capacidad de supervivencia a medida que pasan las horas desde el primer temblor en la madrugada del lunes. 

Para estas personas, las probabilidades de salir con vida disminuyen a pasos acelerados a medida que pasa el tiempo. Tanto es así que los organismos encargados de las labores de asistencia y rescates tienen límites temporales a partir de los cuales detienen su trabajo: por ejemplo, Naciones Unidas suele hacerlo, apunta el medio británico BBC, entre cinco y siete días tras un desastre, después de que hayan pasado uno o dos días sin que se encuentre a ningún superviviente.

 Es difícil decir con precisión cuál es el máximo tiempo que una persona puede aguantar antes de fallecer en tales condiciones, ya que depende de muchos factores (si ha sufrido heridas, factores como el calor o el frío, la ventilación del espacio en el que se encuentra la persona...).

Así, se han registrado casos de personas que, sin heridas de consideración, atrapadas en lugares con buena ventilación y con acceso a agua y alimentos han podido sobrevivir durante largos períodos de tiempo, incluso meses (una mujer de 40 años enterrada en su cocina en la Cachemira pakistaní sobrevivió durante dos mes en el 2005) o semanas (una mujer atrapada en un supermercado colapsado en Seúl en el 1995 aguantó 16 días antes de ser rescatada).

Pedir ayuda a tiempo

Una de las cuestiones determinantes es la inmovilización o la presencia de heridas en las extremidades, un problema que puede impedir la correcta circulación sanguínea a las mismas. Esto provoca la acumulación de toxinas en estas zonas del cuerpo, con lo que al reanudarse el movimiento o retirarse un peso que las aplaste pueden ingresar en el resto del cuerpo provocando daño renal. De un modo parecido, una mala ventilación puede resultar en la acumulación de CO2 en el espacio en el que se encuentra la víctima del desastre, que podría sofocarse o intoxicarse. 

En general, se considera que el promedio de supervivencia para las personas atrapadas en un desastre es de entre 3 y 7 días. Teniendo esto en cuenta, una de las principales recomendaciones que hacen las autoridades es que se intente pedir ayuda cuando se escuchen ruidos cercanos; llamar la atención de alguien a tiempo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.